La gran final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se vio interrumpida -otra vez- por episodios de violencia.
Esta vez, el denominado "partido del siglo" no pudo llevarse a la hora que estaba presupuestado debido a incidentes protagonizados por hinchas del cuadro Millonario en la llegada del bus Xeneize al Estadio Monumental.
Según consignan los registros del episodio, los aficionados del elenco argentino lanzaron una serie de proyectiles al vehículo que trasladaba a los futbolistas del cuadro visitante, propinándole una serie de cortes y heridas dentro del vehículo.
El suceso, además, se vio exacerbado por la acción de la policia local, que recurrió al uso de gas pimienta para repeler a los hinchas y, de paso, complejizar aún más el ingreso de Boca al recinto.
Tras el suceso, la prensa trasandina reaccionó de inmediato y manifestó su repudio a través de sus portales en internet:
"Otra vez ganó la violencia. Como en aquel superclásico de 2015, también por la Libertadores, cuando el gas pimienta que tiraron desde una de las tribunas suspendió lo que era la vuelta de los octavos de final en la Bombonera", redactó Olé.
"En esta ocasión los incidentes llegaron de la mano de los hinchas de River (...) en lo que fue un verdadero caos que dejó un saldo de al menos cuatro futbolistas xeneizes lastimados", agregó.
"La expectativa tan grande derivó en lo que muchos temían. Todo se desbordó. Ni siquiera el promocionado operativo de seguridad para la Superfinal pudo evitar que se produjeran graves incidentes, dentro y fuera del estadio Monumental", dictó, por su parte, Clarín.
"La vergonzosa y violenta previa de la segunda final de la Copa Libertadores dejó en evidencia al límite de la mente humana", señaló TyC Sports.
Finalmente, ESPN tituló como el "el papelón del siglo" su extensa cobertura televisiva acerca del fatídico episodio.