Según consignó BBC Mundo, los científicos de la casa de estudios emplearon altos niveles de la hormona cortisol y analizaron los informes de estados de ánimo de 1.858 jóvenes. Esto con el objetivo de determinar cuáles eran más propensos a la depresión.
Aunque el sistema no resultó en las mujeres, las pruebas fueron consideradas como un gran primer paso para el análisis de la depresión juvenil. Además, dio cuenta sobre quiénes tienen mayor tendencia a sufrir esta patología.
El informe arrojó que si un joven tiene altos niveles de cortisol y presenta síntomas de un estado depresivo, tiene más riesgo de depresión que si sólo tuviera niveles altos en uno de los factores considerados.
La suma de esos dos factores significa un riesgo de depresión clínica 14 veces mayor que aquellos con bajos niveles de cortisol y sin síntomas.
De acuerdo al estudio, alrededor de de uno de cada seis jóvenes estaba en la categoría de alto riesgo, mientras que a la mitad se les diagnosticó depresión clínica durante los tres años de la investigación.
“Ahora tenemos una manera muy real de identificar a aquellos niños adolescentes con más probabilidades de desarrollar depresión clínica”, dijo el profesor Ian Goodyer, uno de los involucrados en el informe.
A pesar del avance, el hecho de que la prueba no fuera efectiva en mujeres es un duro golpe a la ciencia, ya que las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a desarrollar depresión en algún momento de su vida.
