Por primera vez en la historia de Hollywood alguien fue condenado por el deceso de algún trabajador durante el rodaje de una película.
Se trata del director de cine Randall Miller, quien se declaró culpable de homicidio involuntario, siendo sentenciado a 10 años, de los cuales dos los pasará en la cárcel del Condado de Wayne y ocho en libertad condicional.
El cineasta estuvo involucrado en un largo juicio tras la muerte de Sarah Jones, una joven de 27 años que oficiaba de asistente de producción. Durante la grabación de la cinta “Mignight Rider”, la mujer fue arrollada por un tren al sureste de Georgia, lugar donde se estaba realizando el rodaje.
Por lo sucedido también entraron a juicio Jody Savin, esposa de Miller y el productor ejecutivo Jay Sedrish. A Savin se le retiraron los cargos, mientras que Sedrish podría pasar 11 años en prisión en caso de ser declarado culpable.
