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¿Le dio Starbucks la estocada final al CD?

¿Le dio Starbucks la estocada final al CD?
T13
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Después de que Starbucks anunciara que no venderá más CDs parece que el disco compacto tiene los días contados.

Con Starbucks dejando de vender este mes de marzo discos compactos de música, es difícil no preguntarse por el futuro del CD.

Una de dos: o le quedan por delante años de vida, como afirman algunos, o está dando los últimos coletazos de una larga agonía, como dicen otros.

Para Starbucks, que tiene 21.000 tiendas en todo el mundo, da la impresión de que es más bien lo segundo: la empresa que entró en el mundo del CD con la intención de "revolucionar la venta de música", ahora deja atrás un formato por el que, sin embargo, no son pocos los que siguen apostando.

Porque sigue siendo negocio. Tal vez no para Starbucks, con su selección de uno o dos títulos cerca de la caja, pero sí para muchos otros.

O de lo contrario, no habría artistas lanzando su trabajo musical en CD o tiendas en las que casi no se vende otra cosa o las pilas de discos compactos no ocuparían cierto espacio en los grandes almacenes.

Muchos dirán que, como los fanáticos de los libros, la frialdad del mero archivo informático, en la nube o en el disco duro, no pueden competir con la cosificación del CD, con poder tocar, leer las letras, mirar las fotos, olerlo, sentirlo.

Pero a tenor de los números, parece que el álbum de música en CD no goza de un gran estado de salud. No son pocos los que no le auguran nada bueno en el futuro.

Como por ejemplo, el jefe de Música de la cadena radial BBC 1, George Ergatouidis, quien generó un enorme revuelo hace unos meses cuando lanzó un polémico trino en su cuenta de Twitter.

"No se equivoquen. Con muy pocas excepciones, los álbumes están al borde de la extinción. Las listas de reproducción son el futuro".

CD para rato

Ya en 1999, escribiendo en The New York Times sobre la "revolución del mp3", Neil Strauss vaticinó el pronto perecimiento de la idea del álbum.

Es decir, para Strauss, con la irrupción de internet quedaba obsoleto el concepto de un trabajo por el que un artista ofrece un conjunto más o menos coherente de canciones.

Y hacia eso parecen apuntar los datos de venta. Si bien Starbucks prefirió no facilitarle a BBC Mundo detalles de sus cifras, las del sector en general son inequívocas.

La Asociación Estadounidense de la Industria de Grabación (RIAA, en inglés) –que abarca al 85% del sector en EE.UU.– cifró los envíos de CD en 2013 en 172,2 millones, un 13% menos que el año anterior y casi 28,5% que 2011.

Lejos quedan los tiempos en que fácilmente pasaban los 900 millones, allá por principios de este siglo.

Según Nielsen, la principal compañía que monitorea las cifras de ventas en música en EE.UU., se vendieron 257 millones de álbumes en el país. De ellos, casi 141 millones fueron en formato CD.

Esa cifra de ventas de álbumes representa un 11% menos que en 2013. La caída de los CD en particular fue de un 15%.

Pero este constatable declive, no le impide a Joshua P. Friedlander, vicepresidente de la RIAA, afirmar que sin embargo "el CD continúa teniendo un interés significativo entre los consumidores".

"El CD sigue siendo una parte importante del panorama de la industria de la música", le dijo Friedlander a BBC Mundo.

"No sólo porque los consumidores los aman por su simplicidad y comodidad, sino porque todavía en 2013 supusieron un tercio de los ingresos de la industria en Estados Unidos", justificó Friedlander.

"Aunque no sean ya la mayor parte del mercado, parece que seguirán siendo una parte significativa del panorama por algún tiempo", agregó.

"La experiencia"

Entonces, ¿a quién le hacemos caso? Se está acabando o le queda larga vida al CD como forma de vender álbumes.

En Starbucks, desde luego, no parecen muy optimistas y han dejado de venderlos para poder "seguir ofreciendo cosas relevantes a los consumidores".

Así se lo explicó a BBC Mundo Maggie Jantzen, portavoz de la compañía: "Starbucks busca continuamente redefinir la experiencia en las tiendas para que satisfagan las nuevas necesidades de nuestros clientes", señala.

"Seguiremos evolucionando el formato de la música que ofrecemos para asegurarnos de que damos opciones relevantes", agrega, no sin dejar claro que no abandonan la música.

"La música ha sido y seguirá siendo un componente clave de la experiencia en Starbucks".

Porque como dicen los entendidos, Starbucks lo que vende es la "experiencia". Y para eso un elemento fundamental, más allá del café y la comida, es la música.

De esa manera se explica que lo que a primera vista parece una cadena de cafeterías se convirtiera hace 20 años en lo que algunos vieron como la esperanza de futuro para la industria discográfica.

"Creemos fuertemente que podemos transformar la industria de ventas de discos", llegó a decir en 2004 Howard Schultz, cofundador y presidente ejecutivo de Starbucks.

Sin disqueteras no hay CD

En Nielsen, su vicepresidente David Bukala opina que la salida de Starbucks "para el CD no va a significar demasiado".

"El CD está en declive, pero todavía tenemos mucha demanda. La mitad de los estadounidenses gasta dinero en música y sólo el 22% lo hace en formato digital", le aseguró Bukala a BBC Mundo.

"Sigue siendo gran parte del público que compra música la que adquiere CD. Si ves las ventas, los CD siguen siendo la mitad de las ventas de álbumes".

Lejos de pensar así está Ari Herstand, músico y bloguero sobre la industria, quien escribió recientemente en el influyente Digital Music News, que "los CD están terminados".

"Los MacBook Pro no tienen disquetera. Cada vez menos autos tienen reproductor de CD. Y con la integración de Spotify, Pandora o iTunes del teléfono al auto, o televisión, los CD son un engorro lejos de la comodidad que en un momento ofrecían", añadió.

"Una vez has perdido a Starbucks, has perdido el juego".

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