Este sábado, a las 12:00 horas de nuestro país, Chile y Brasil se enfrentan en Belo Horizonte por los octavos de final de la Copa del Mundo y la FIFA designó al árbitro inglés Howard Webb como juez central del partido.
Webb ya es un viejo conocido para la Roja, pues impartió justicia en los octavos de final de Sudáfrica 2010 cuando la escuadra nacional cayó por 3-0 frente a los pentacampeones, con anotaciones de Juan, Luis Fabiano y Robinho. Su desempeño no incidió mayormente en la inapelable derrota sufrida en Johannesburgo.
Otro partido que lo liga a nuestro país es el que enfrentó a Chile y Nigeria en los cuartos de final del Mundial Sub 20 de Canadá 2007, con victoria para la "Rojita" por 4-0.
Según comentó a Emol el presidente de la Comisión de árbitros de Chile, Pablo Pozo, Webb era uno de los más indicados para dirigir un encuentro tan importante como el de este sábado.
¿Quién es Howard Webb?
Webb fue sargento de Policía antes de dedicarse de manera profesional al arbitraje. Proviene de una familia ligada al fútbol, pues su abuelo fue jugador profesional y su padre árbitro a nivel regional en Inglaterra.
Cuenta con más de una década pitando en la Premier League y en la Champions League 2009/10 fue escogido para dirigir la final entre Inter de Milan y Bayern Münich en el Estadio Santiago Bernabéu.
Ese mismo año dirigió la final del Mundial de Sudáfrica 2010, entre España y Holanda, donde protagonizó su primera gran polémica. Webb cumplía un correcto arbitraje hasta que el holandés De Jong le propinó un "patadón" al español Xavi Alonso a la altura del pecho. El juez no expulsó al volante "tulipán" y sólo le mostró tarjeta amarilla, siendo quizás la jugada más controvertida de esa Copa del Mundo.
Pero no sólo es recordado por esta polémica acción. En el partido de homenaje a Ledley King, ex jugador del Tottenham, disputado en White Hart Lane, el juez interceptó la pelota y comenzó a jugar. Luego cayó al piso cuando Lewis Holtby lo bajó, pero él no se quedó ahí, sino que fue a buscar al futbolista y lo empujó. Todo era parte de una broma.
