El “mountain biker” profesional, Michal Kollbek, atravesó recientemente el camino conocido como White Line, ubicado en Sedona, Arizona (Estados Unidos), que correponde al borde de una escarpada montaña.
Kollbek describió la experiencia a sus seguidores de Instagram como “una de las cosas más escalofriantes que ha hecho sobre una bicicleta”.
En una entrevista con The Huffington Post, Kollbek confesó que sabía de la existencia de ese camino desde hace años, pero que no había tenido la oportunidad de viajar hasta ahí hasta ahora. Después de hacer la ruta a pie un par de veces, estuvo meditando durante dos días si atravesarlo en bicicleta.
Le decisión finalmente fue positiva. “Que el intento fuera un éxito fue una cuestión mental. Confiaba en mis habilidades y sabía que podía hacerlo. La clave fue bloquear todos esos pensamientos negativos sobre todos los daños potenciales, así que me concentré en el camino y no en lo terrorífico del escenario alrededor”, aseguró.
Momentos previos antes de lanzarse, el mountain biker ajustó las presionas de las ruedas para maximizar la adherencia, endureció la suspensión, elevó el sillín y reviso la ruta por última vez.
“Vivo para las emociones fuertes y hubiera abordado ese reto aunque no hubiera habido ninguna cámara grabándolo”, explicó Kollbek y añadió que “el drone –dirigido por Marshall Mullen- hizo un gran trabajo capturando el momento”.
Sin embargo, el profesional advirtió que “el camino no es apto para todo el mundo, así que recomiendo encarecidamente que los mountain bikers inexpertos se abstengan a intentarlo”.
