El Gobierno alemán anunció que vetará en su territorio la celebración de un posible referéndum en el que los ciudadanos turcos estén llamados a decidir sobre la reinstauración de la pena de muerte en el país del Bósforo.
"Es políticamente inimaginable que una consulta de este tipo, sobre una medida que entra claramente en contradicción con nuestra Constitución y con los valores europeos, se pueda consentir en Alemania", indicó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
Los Estados extranjeros que deseen convocar una votación en Alemania, sea en sus embajadas o consulados, precisan recibir una autorización, recordó el vocero.
Por el momento, el Gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan no comunicó a Berlín su intención de realizar un referéndum y tampoco solicitó el permiso pertinente, añadió.
Con anterioridad, el líder del partido socialdemócrata (SPD) de Alemania y rival de Merkel en las elecciones generales del mes de septiembre, Martin Schulz, había señalado en declaraciones al semanario "Der Spiegel" que Alemania debía prohibir la celebración de un plebiscito turco en el que se votara la reintroducción de la pena capital en el país euroasiático.
En el año 2004, momento en que Erdogan era primer ministro, Turquía abolió la pena de muerte para poder solicitar su ingreso en la Unión Europea.
Después del intento de golpe de Estado que el país vivió en julio del año pasado, Erdogan insinuó la posibilidad de reintroducirla en el caso de que así lo decidiesen los ciudadanos del país a través de una consulta popular.
En Alemania viven casi tres millones de personas de origen turco. Es la comunidad de migrantes más numerosa que existe en el país. De ellos, 1,4 millones cuentan con derecho a voto. En el referéndum celebrado en pasado 16 de abril, la mayoría de los turcos residentes en Alemania votaron a favor de que en Turquía se instaure un sistema presidencialista que otorgue mayores poderes al Jefe del Estado y que en la práctica suponía reforzar los planes de Erdogan.
