La cifra de palestinos que perdieron la vida en las protestas multitudinarias del pasado viernes en la frontera entre Israel y Gaza aumentó a 17, después de que se hallaran los cuerpos de dos milicianos palestinos en territorio israelí, informó la autoridad competente en Israel.
"Estaban armados con rifles y su intención era cometer un ataque terrorista en Israel", escribió el comandante general Yoav Mordejai, en la página de Facebook en árabe de la Oficina de Coordinación para las Actividades del Gobierno en los Territorios (Cogat).
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad en el enclave mantiene la cifra oficial de 15 muertos y hasta el momento ha considerado a estos dos palestinos como desaparecidos.
En los hospitales palestinos se habían identificado hasta ahora 15 cadáveres. Además, más de 1.400 palestinos resultaron heridos.
Moderjai identificó a los fallecidos como Masab Salul, un miembro del brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam; y Mohammed Rabaya.
"Un valor común en el judaísmo y el islam es enterrar a los muertos", dijo, y adelantó que no devolverán los cuerpos hasta que los israelíes cautivos en Gaza sean entregados para "un entierro en Israel".
Cogat también señaló que Israel custodia otros 24 cadáveres de palestinos caídos desde la operación militar israelí en Gaza de 2014 y en la destrucción de un túnel el año pasado. Para devolverlos, Israel exige la devolución de los cuerpos de dos soldados israelíes y dos ciudadanos de la misma nacionalidad que permanecen retenidos en Gaza.
Israel delimitó una zona de 300 metros desde la línea divisoria hacia el lado palestino donde prohíbe el tránsito y tiradores israelíes dispersan el acceso a esta área, junto a la que se convocaron las protestas del viernes.
Decenas de miles de palestinos participaron el viernes en la Gran Marcha del Retorno, para conmemorar el Día de la Tierra, y según el Ejército, los manifestantes lanzaron bombas incendiarias y neumáticos en llamas hacia los soldados ante lo que respondieron con fuego real, balas recauchutadas y gases lacrimógenos lanzados desde drones.
