Por AFP
Manifestaciones a favor y en contra de la repostulación del presidente Evo Morales para un cuarto mandato consecutivo se registraron este miércoles en toda Bolivia, en un reflejo de la polarización política que vive el país.
A raíz de las manifestaciones, las principales ciudades del país, como La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este), amanecieron con cortes de calles y avenidas por parte de vecinos y activistas.
La policía, en tanto, buscaba normalizar el transporte público e incluso lanzó esporádicamente gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes.
"El pueblo boliviano está movilizado, hay un sentimiento de hacer respetar el voto y la democracia", dijo Luis Fernando Camacho, dirigente del poderoso comité civil de la región de Santa Cruz, la más próspera del país, y opuesto a la reelección de Morales.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, admitió la efectividad de los cortes callejeros, pero minimizó la cantidad de participantes: "Se caracterizan por no ser masivos, sino pequeños grupos de gente", apuntó.
En algunos barrios de La Paz se registraron amenazas de choques entre opositores y oficialistas. Éstos últimos también marcharon desde varios puntos para apoyar una nueva reelección de Morales, constataron periodistas de la AFP.
En el resto del país había una relativa calma, según reportes de medios privados.
Las movilizaciones se realizan a exactos dos años de un referendo que le negó al mandatario izquierdista, por estrecho margen, su aspiración de ir nuevamente a la reelección.
Pese a ese resultado, el oficialismo logró en noviembre pasado que el Tribunal Constitucional aprobara una nueva candidatura de Morales, de 58 años y en el poder desde 2006, lo que encendió los reclamos desde diferentes sectores y el despliegue de movilizaciones de la oposición.
El mandatario se autoproclamó en diciembre candidato para las elecciones de 2019.
"Vamos a defender este proceso"
El gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) organizó masivas concentraciones la noche del martes en Santa Cruz y este miércoles en La Paz y Cochabamba en apoyo a la candidatura de Morales.
"Nosotros vamos a defender este proceso, nos vamos a gobernar entre nosotros, no nos puede gobernar el Fondo Monetario Internacional", dijo el ministro de Desarrollo Rural, el aymara Eugenio Rojas, durante una concentración en La Paz.
Morales, quien también es aymara, llegó al poder en 2006 con 54% de los votos, y revalidó su mandato dos veces más (2010-2015 y 2015-2020) con similares votaciones.
Sin embargo, un sondeo reciente del diario Página Siete, al que el gobierno tilda de opositor, dijo que la popularidad de Morales cayó a 22%.
Para los dos últimos comicios, el gobierno consiguió, con ayuda de los tribunales de justicia, interpretaciones legales para que Morales pudiera volver a postularse, a pesar de que la oposición cuestionó su legalidad.
La indulgencia que "perdió Maduro"
"Morales aún goza de cierta indulgencia internacional, que ya la perdió (el mandatario venezolano Nicolás) Maduro, por el uso de la fuerza para neutralizar movimientos contestatarios", dijo a la AFP el analista político Jorge Lazarte.
Empero, el experto no descartó que sectores duros del gobierno opten por presionar para mantenerse en el poder y utilizar a policías y militares para reprimir las manifestaciones de la oposición.
"Está en manos de Evo Morales decidir qué hacer: preservar su legado, dejando su aspiración de repostulación, o continuar (en el gobierno) con un elevado costo" político, expresó Lazarte.
