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Cataluña: argumentos para la independencia

Cataluña: argumentos para la independencia
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Ni Europa ni Alemania simpatizan con el referéndum ni con la idea de independencia de Cataluña. Hablamos con algunos de sus ciudadanos para saber por qué desean que la región se emancipe de España.

¿Habrá referéndum de independencia en Cataluña o para el 1 de octubre la convocatoria habrá muerto por asfixia judicial? La convocatoria de la consulta ha provocado una crisis política y social sin precedentes en las últimas décadas de democracia en España. La prensa internacional se hace eco de los últimos choques entre dos posturas que en la actual situación parecen irreconciliables: la reivindicación del derecho a decidir por parte de una región frente a la aplicación inexorable de la ley española. En medio de ambas partes, voces que piden un acercamiento y un diálogo que actualmente parecen imposibles.

La prensa alemana de todos los signos no simpatiza con las actuales pretensiones independentistas de Cataluña. "Lo peor de la actual situación”, escribe Ulrich Ladurner para Zeit Online este jueves, 21 de septiembre, "es que la justificada insistencia de Rajoy en los principios fundamentales de la democracia representativa suena al calor de las emociones como una declaración de guerra para el pueblo catalán”. Por su parte, Matthias Müller, del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, habla del "cáncer destructor del separatismo en el siglo XXI”, aunque considera que "Mariano Rajoy ha sobrepasado el punto de no retorno. Parece decidido a impedir la celebración del referéndum incluso con violencia”. Müller recuerda a los lectores que el Ministerio del Interior ha suspendido los permisos y vacaciones de Policía y Guardia Civil en Cataluña entre el 20 de septiembre y el 5 de octubre.

Una Cataluña independiente en Europa

La primera pregunta que Spiegel formula en una entrevista publicada este jueves con Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat de Cataluña, es si no hay asuntos más importantes de los que ocuparse que una votación sobre la independencia de la región. "Por esa lógica, nunca podríamos decidir”, contesta Puigdemont. "Si nos va bien, porque ‘no hay que arriesgar'. Si nos va mal, porque ‘debemos ocuparnos de la crisis”. El presidente de la Generalitat aclara que el nacionalismo catalán "no es étnico”, ya que en Cataluña "conviven muchas identidades y tradiciones”.

Puigdemont insiste en que la votación del 1 de octubre se llevará a cabo a pesar de los obstáculos y aventura cómo será el futuro inmediato en caso de que el "sí” triunfe en la consulta: "Daremos a conocer el resultado y anunciaremos nuestra independencia. Y la vida seguirá con normalidad. Escribiremos cartas al Gobierno central y a Bruselas. (…) Aprobaremos leyes de transición y nos pondremos a trabajar con todas las partes para negociar el futuro”, explica el político. "Sabemos que despertamos pocas simpatías en la Unión Europea. Los políticos de Europa no desean cambios en los Estados. Pero Europa siempre se ha transformado y queremos que se reconozca la realidad”, argumenta Puigdemont. "Hay riesgos, es cierto”, admite. "Pero para eso está la política, para resolver problemas. Somos europeos, más de siete millones de ciudadanos europeos. Queremos nuestros derechos. Estoy seguro de que al final lograremos buenos acuerdos”, dice Puigdemont.

Así me imagino una Cataluña independiente

Sin duda, el proceso que enfrenta Cataluña está basado en la ilusión de parte de sus ciudadanos. Deutsche Welle consultó a varios de ellos cómo se imaginan la Cataluña independiente que desean. "Un país libre de fuerzas de ocupación”, dice a DW Rosa Cabello, abogada y funcionaria de la Generalitat catalana. Por su parte, la periodista Susanna Carré se imagina "un país pequeño y rico, con más capacidad para gestionar sus recursos y controlar sus instituciones, bilingüe, moderno, con una apuesta clara por las nuevas tecnologías y con un una cultura viva y abierta al exterior. Y sin maltrato animal. No en vano tenemos la legislación más avanzada de España al respecto”.  

María del Mar Palomo, funcionaria de la Generalitat, pone el énfasis en el "freno” que supone para Cataluña el Estado español: "Viviremos mejor sin su tutela, que ha sido siempre un lastre para nosotros. Podremos desarrollar nuestras instituciones, economía y cultura y definir cómo queremos avanzar sin tener que vivir al dictado de un Estado al que solo interesamos como motor económico”. La fisioterapeuta Laia Alonso profundiza en esa idea: "Imagino una Cataluña libre de un Estado que siempre nos ha maltratado”. Para Sergi Marzabal, webmaster de Catalansalmon.com, la red más grande de catalanes en el exterior, la independencia implicaría, entre otras cosas, vivir en un país "donde torturar animales en el ruedo no sea considerado cultura, donde las leyes anticorrupción sean las más estrictas de Europa y donde se apliquen normas que limiten la pobreza energética sin que España las derrumbe”.

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