Un destacado cabecilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) conocido bajo el alias de "Franklin", murió en una operación militar que se saldó con otros tres guerrilleros fallecidos en zona rural del departamento del Chocó, en el oeste de Colombia, informó hoy (07.05.2016) el Ejército. El hecho se registró en el departamento de Chocó, en zona rural del municipio de Alto Baudó ubicado 336 kilómetros al noroeste de Bogotá.
El cabecilla abatido
"Franklin" o "El Mocho", de 55 años, era según las autoridades el máximo cabecilla del Frente Resistencia Cimarrón del ELN, de cuyo soporte financiero y estructura armada era responsable, además de ser considerado el autor de varios asesinatos de líderes indígenas y campesinos, y del secuestro de un alcalde de la zona en 2015. Pero fue su actividad relativa al narcotráfico lo que le convirtió en objetivo prioritario de las autoridades, como destacó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tras conocer el resultado de la operación.
"Eso es muy importante para la seguridad del Chocó, porque este individuo era el más grande narcotraficante de toda esa zona y estaba dedicado también a promover la minería criminal y la extorsión de tantos chocoanos que están hoy extorsionados", dijo el presidente desde el municipio de Apulo, en el departamento de Cundinamarca (centro).
El "gran barón de la droga"
Según la Presidencia, "Franklin" se había consolidado en la región del Alto y Medio Baudó como el "gran barón de la droga", desplazando las estructuras "militares" del extinto cabecilla de la banda criminal de origen paramilitar Clan Úsuga, alias "Guagua", de la zona. Asímismo, "consolidó un corredor de paso de droga desde el Baudó hasta el Pacífico, lo que le permitió monopolizar el negocio del narcotráfico en todas sus etapas".
Por su parte, el Ejército señaló que el Frente Resistencia Cimarrón suministraba a la guerrilla "más de 3.250 millones de pesos (alrededor de un millón de dólares) mensuales". Por ello, consideró que con esta operación militar "se afecta significativamente los ingresos económicos producto de narcotráfico" que reciben los insurgentes.
El Gobierno colombiano y el ELN anunciaron hace un mes en Caracas que después de más de dos años de contactos informales estaban listos para abrir un proceso formal de paz en Ecuador, que luego se trasladará a Venezuela, Brasil, Chile y Cuba, pues no tendrá una sede fija.
No obstante, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha insistido en los últimos días que no iniciará diálogos formales con el ELN hasta tanto éste libere a al menos una decena de secuestrados que tiene en su poder.
