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¿Cómo es un día en la frontera terrestre más transitada del mundo?

¿Cómo es un día en la frontera terrestre más transitada del mundo?
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Robert Hood trabaja como director asistente del puerto de entrada San Isidro, entre California (EE.UU.) y Tijuana (México).

Robert Hood, agente de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, por sus siglas en inglés), permanecía de pie en la frontera entre Estados Unidos y México frente a 25 filas de autos que esperaban cruzar.

Cualquiera de los conductores, él lo sabía muy bien, podía estar traficando cocaína, heroína, metanfetamina o migrantes indocumentados.

Los ojos de Hood escaneaban de izquierda a derecha. Su mirada se fijó en un automóvil de marca Hyundai plateado y en otro Honda azul.

Traté de seguir su mirada, para ver lo mismo que él. Pero lo único que percibí fue un mar de vehículos con conductores aparentemente aburridos.

Hood vio algo más, algo sospechoso.

"Veo un par de autos que quiero analizar", dijo.

100.000 personas al día

Localizado a unos 24 kilómetros al sur de San Diego, California, y contiguo a la ciudad mexicana de Tijuana, el puerto de entrada de San Ysidro es el cruce fronterizo terrestre más transitado del planeta.

Cada día en este punto de control y en otro llamado Otay Mesa, a varios kilómetros de distancia, más de 100.000 personas cruzan la frontera entre México y Estados Unidos.

Gente que va al trabajo o a la escuela, a visitar familiares o pasar las vacaciones. El volumen es asombroso.

Filas de automóviles en el punto de control fronterizo estadounidense
Filas de automóviles en el punto de control fronterizo estadounidense

Vine aquí en una mañana reciente para ver de cerca la enorme tarea a la que se enfrentan los agentes de aduanas y protección fronteriza de EE.UU.

Había leído historias increíbles sobre traficantes ingeniosos que metían metanfetamina dentro de tanques de gasolina y cocaína dentro de los paneles laterales de los vehículos.

Quería aprender cómo los funcionarios detectaban a conductores sospechosos de entre millones de ciudadanos respetuosos de la ley que van cruzando al mismo tiempo.

El proceso previo

Por supuesto, este no es un lugar al que se pueda simplemente llegar. Incluso antes de que aceptaran mostrarme el sitio, los agentes realizaron una verificación de mis antecedentes para asegurarse de que no representara una amenaza.

Y antes de mi visita, me entregaron una larga lista con recomendaciones para mantener la seguridad y privacidad.

Por ejemplo: "Por razones de seguridad para los funcionarios, no se permite registrar nombres ni fotos o video reconocible hasta contar con el permiso de dicho agente".

Dos agentes de la autoridad fronteriza estadounidense se llevan esposado a un sospechoso.
Dos agentes de la autoridad fronteriza estadounidense se llevan esposado a un sospechoso.

Mientras manejaba hacia el sur por la autopista interestatal, vi cómo Tijuana se abría ante mí, una ciudad con casas y tiendas pegadas a la frontera.

Del lado estadounidense, el desarrollo es más escaso. La pequeña comunidad de San Ysidro se encuentra cerca del cruce fronterizo.

Más allá de esa ciudadela, del este al oeste, hay en su mayoría colinas y ranchos áridos.

Una especie de tierra de nadie que es principalmente el dominio de agricultores y funcionarios de la patrulla fronteriza.

"Última salida de EE.UU."

Un aviso en la vía advierte "Última salida de EE.UU.". Me detuve, estacioné el auto y caminé hasta el paso fronterizo.

Había un zumbido, a veces incómodo, en el lugar.

Los viajeros sujetaban sus maletas y paquetes mientras cambiaban dinero y caminaban de prisa al otro lado de la calle. Taxis y autobuses esperaban.

La seguridad siempre estaba presente: varios agentes de la policía habían esposado a un hombre que vagaba en la acera.

Tan pronto arribé al cruce, pude ver por qué los agentes eran tan cautelosos con los visitantes.

La funcionaria Angelica De Cima me dijo que acababan de incautar tres kilos de cocaína y que podían darse más detenciones y arrestos.

De hecho, los agentes de San Ysidro realizan en promedio seis incautaciones de narcóticos al día.

De Cima me permitió ver el área de inspección, donde había un paquete de cocaína con un valor de US$80.000 en las calles de EE.UU.

Un perro anti narcóticos revisa la parte de abajo de un vehículo
Un perro anti narcóticos revisa la parte de abajo de un vehículo

Al lado del paquete estaba el extinguidor de incendios ahuecado donde habían escondido la droga en el asiento trasero de una camioneta.

Esa mañana, antes de que el vehículo llegara a la cabina de inspección, un perro entrenado ya había olido algo sospechoso.

"Si el canino alerta, los agentes hablarán con la persona, la entrevistarán y probablemente la aparten de su auto esposada", dijo Hood.

"No quieres que esa persona maneje el vehículo. Es peligroso para todos".

Al poco rato de que los agentes tomaran el control de la camioneta, un funcionario probó el extinguidor para comprobar si funcionaba.

Tan solo unos días antes, habían incautado otra carga dentro de un extinguidor.

Es común que los agentes fronterizos vean una increíble variedad de intentos de contrabando con los que los traficantes intentan burlar a la autoridad.

Latas de queso y jalapeños rellenas de metanfetamina.
Latas de queso y jalapeños rellenas de metanfetamina.

Una vez los agentes encontraron 68 kilogramos de metanfetamina líquida y cristalizada dentro de un tanque de gasolina de una camioneta.

También hallaron 162 tubos de ensayo con ketamina, un anestésico utilizado a menudo como una droga recreacional, escondidos en el techo de un Lexus.

Y una vez incluso descubrieron metanfetamina metida en latas de queso y jalapeños.

"He estado aquí durante 29 años y lo he visto prácticamente todo", señaló Hood.

"Buscas el cabo suelto de la historia"

Caminamos por las filas de tráfico donde los conductores esperaban para cruzar a Estados Unidos.

Estas representan la primera oportunidad para identificar vehículos sospechosos.

Los agentes le llaman a la zona "preprimaria".

"Saturamos la zona con muchos perros y agentes, y luego nos retiramos", dijo Hood.

Un funcionario de la CPB revisa un automóvil junto con un perro anti narcóticos.
Un funcionario de la CPB revisa un automóvil junto con un perro anti narcóticos.

Mientras los perros están ocupados oliendo, los funcionarios caminan entre los carros, conversan con los conductores y revisan los vehículos si algo luce irregular.

"Hablas con la gente", señaló Hood. "Estás buscando el cabo suelto de su historia. Digamos que la persona te dice que va a trabajar. '¿Cómo se llama tu jefe?' Ed, te responde. 'Ok, ¿tienes un número telefónico de Ed?' Y te dice: es que empecé a trabajar hace una semana. Están preparados hasta cierto punto".

Los agentes también revisan los tanques de gasolina para asegurarse de que solo lleven gas y usan medidores de densidad para determinar si los neumáticos u otros espacios contienen alguna sustancia de contrabando.

Las técnicas funcionan: casi el 40% de las incautaciones se hacen en la etapa preprimaria.

Una mano se asoma de la parte inferior del asiento trasero de un carro.
Una mano se asoma de la parte inferior del asiento trasero de un carro.

La siguiente oportunidad para atrapar a traficantes es en los 47 puestos de inspección, donde la autoridad examina pasaportes, les pregunta a los conductores por el objetivo de su viaje y observan su conducta.

Si algo parece raro, suele enviarse a los choferes a otra área de inspección, donde se hacen pruebas más extensas con el uso de tecnología sofisticada, como rayos X y visores de fibra óptica.

"Siempre queremos nueva tecnología", dijo Hood. "Si alguien quiere probar algo nuevo para la autoridad, vienen a nosotros, porque si funciona aquí, sirve en cualquier lado".

76 toneladas de narcóticos

El enfoque produce un montón de incautaciones.

En el año fiscal 2014, los agentes de los puertos de entrada de California inspeccionaron cerca de 27 millones de vehículos privados y más de un millón de camiones comerciales.

En total, incautaron 76 toneladas de narcóticos ilegales y arrestaron a más de 33.000 infractores de la ley de inmigración.

Mientras que las incautaciones de cocaína, heroína y marihuana disminuyeron con respecto al año anterior, las de metanfetamina subieron en un 8% con más de 6.800 kilos.

Metanfetamina líquida y cristalizada dentro de un tanque de gasolina.
Metanfetamina líquida y cristalizada dentro de un tanque de gasolina.

Por supuesto, la agencia no es perfecta. Nadie sabe cuántos traficantes burlan los controles o cuántos migrantes logran atravesar EE.UU. con éxito.

La CBP tiene un personal de más de 44.000 funcionarios, lo que hace que sea la institución de seguridad más grande del país.

A principios de este año, un grupo de trabajo policial emitió un informe crítico hacia la CBP que resaltaba preocupaciones sobre corrupción y uso excesivo de la fuerza.

De Cima dijo que ya se están poniendo en práctica cambios en los entrenamientos de uso de la fuerza y se están revisando otras recomendaciones.

Mientras vemos a los agentes merodear entre los carros, le dije a Hood que me imaginaba que el trabajo debía ser agotador: pasar horas bajo el sol, respirando emisiones de gas de los autos, detectando a posibles traficantes.

Hood miró hacia las filas de automóviles.

"Al final del día, estás cansado", dijo. Luego esbozó una sonrisa traviesa. "Pero siempre estás preguntándote, ¿hay alguno más suelto por ahí?".

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