El periodista argentino, Jorge Lanata, sigue siendo una piedra en el zapato para el kirchnerismo. Este martes denunció que apedrearon y balearon la casilla de seguridad de su edificio, días después del informe que presentó acusando de narcotráfico al jefe de gabinete del Gobierno de Cristina Fernández.
Pese a que el conductor no acusó a nadie, dijo a La Nación de argentina que era "mucha casualidad" que el ataque hubiese ocurrido solo dos días después de que presentara el informe en que se vinculaba a Aníbal Fernández, jefe del gabinete del Gobierno argentino, con el narcotráfico.
Con sólo doce horas de diferencia Lanata dijo haber recibido tres amenazas en el edificio donde vive. Primero cuando el lunes por la tarde un grupo de desconocidos apedrearon la entrada, luego hubo un ataque contra una casilla de seguridad que está afuera de la torre, y la última se concretó con cuatro casquillos de bala que aparecieron en la puerta principal del inmueble.
"Yo soy una persona pública. Si me quieren pegar un tiro, me lo pegan. Soy fácil de encontrar. Tuve épocas de mi vida que yo andaba con custodia, espero no volver a lo mismo", agregó.
Este mismo martes Aníbal Fernández denunció penalmente a Lanata, la producción de su programa televisivo y a dos narcotraficantes entrevistados que lo vincularon con un triple crimen ocurrido en 2008, a una semana de las elecciones primarias.
"Presenté una denuncia penal contra el canal 13, contra la productora del programa (Periodismo para Todos), contra (el conductor y periodista) Jorge Lanata, contra Martín Lanatta y Jorge Salerno", éstos dos últimos procesados por narcotráfico, declaró el martes Fernández en la Casa Rosada.
La acusación realizada en el programa "es 100 por ciento un invento", indicó Fernández.
La denuncia contra el jefe de Gabinete difundida el domingo por el programa Periodismo para Todos que conduce Jorge Lanata en El 13, canal de aire del grupo Clarín, enfrentado con el gobierno, generó un sismo político a una semana de las primarias obligatorias del 9 de agosto.
En esos comicios, donde se definirán los postulantes para las elecciones generales de octubre, Fernández es uno de los dos candidatos oficialistas a gobernador de la provincia de Buenos Aires, un distrito clave del tamaño de Italia y donde vive casi el 40% del padrón.
