El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este martes (20.09.2016) en su programa semanal de televisión que no asistirá a la Asamblea General de la ONU. En su lugar, enviará a la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez. "La canciller va a llevar la voz de la República Bolivariana de Venezuela a la Organización de las Naciones Unidas", dijo Maduro durante su programa semanal de televisión.
La situación en Venezuela, no obstante, ha sido protagonista parcial en la cumbre, iniciada este mismo martes. En el día de la apertura, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, pidió un diálogo político "sin condiciones" para resolver la crisis política, económica y social que atraviesa el país caribeño. El enviado de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, calificó las palabras de Kuczynski como "un ataque gratuito". "¿Por qué insisten algunos países en inmiscuirse en nuestros asuntos?", se preguntó Ramírez.
"Hay gran expectativa de los movimientos sindicales, afroamericanos, de barrio (...) intelectuales, siempre, y no sólo en Nueva York, sino en todo Estados Unidos", agregó el mandatario en relación con la participación de Venezuela en esta cita internacional. Explicó que Rodríguez asistirá a la ONU "como presidenta del Movimiento de los No Alineados (MNOAL)", luego de que este foro integrado por 120 países entregara su mando a Venezuela en su cumbre de la semana pasada.
Maduro señaló que una de las "misiones" de la canciller será la de denunciar ante el seno de las Naciones Unidas "la agresión" de Estados Unidos a Venezuela, en alusión a la violación del espacio aéreo que cometió una aeronave de la guardia costera de Estados Unidos en el país caribeño, según informó el Gobierno. "A la canciller le toca intensa la batalla por defender nuestra patria", añadió el jefe de Estado, que no acudirá a Asamblea General de la ONU por segunda ocasión desde que fue electo en 2013.
El año pasado, Maduro abogó ante el organismo por un "mundo multipolar y multicéntrico" y reclamó al Consejo de Seguridad normas que impidan "el uso de métodos intervencionistas". Y, durante su intervención de 2014, pidió que no quedara en el aire "el clamor de una reorganización" del organismo e incluso bromeó sobre una fiebre que, afirmó, le habría contagiado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
