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Entrevista a Arcadi Espada: "Ningún catalán se siente extranjero en Cataluña"

Entrevista a Arcadi Espada: "Ningún catalán se siente extranjero en Cataluña"
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El periodista barcelonés Arcadi Espada es un ilustre crítico del separatismo catalán. En entrevista con DW explica sus dudas legales sobre el secesionismo catalán y su rechazo hacia el nacionalismo en general.

DW: Arcadi Espada, usted es un crítico del separatismo catalán. ¿No tiene Cataluña el derecho a la independencia?

Arcadi Espada: Tiene derecho a la independencia, por supuesto que lo tiene, como cualquier otra comunidad. Lo único que sucede es que para que la independencia se dé, debe darse con el acuerdo de todos los españoles que son, evidentemente, los que firmaron en su momento el pacto constitucional de 1978. En ese pacto no se preveía que ninguna comunidad autónoma, por su propia decisión, pudiera autodeterminarse.

Eso quiere decir que Cataluña, efectivamente, puede alcanzar la independencia como cualquier otra comunidad española, pero debe ser con el acuerdo lógico de todos los que en su momento firmaron ese pacto constitucional, que obliga a todas las partes a tomar decisiones que afecten al futuro común.

Los catalanes independentistas, en vez de saltarse la ley y asaltar la democracia, deberían convencer al resto de los españoles porque hay muchos que son favorables a que haya un referéndum limitado a Cataluña. Por lo tanto, deberían haber optado por ese camino democrático, legítimo y legal. No lo han hecho y entonces van a tener que asumir las consecuencias, como cualquier otra persona o colectivo humano que se salta la ley.

¿Es esa la única crítica que usted tiene, la vía que se ha elegido?

Yo le contesto desde el punto de vista legal cuál es la situación. Naturalmente a mí el nacionalismo me repugna y por supuesto tengo objeciones ideológicas y morales contra el proyecto secesionista catalán, pero esas objeciones de alguna manera forman parte de mi concepción del mundo y de la evidencia de que todo discurso nacionalista está basado en mentiras. Esas mentiras repugnan a cualquier hombre civilizado, pero eso no quiere decir que las comunidades no tengan derecho a creer las mentiras que crean convenientes, igual que yo tengo el derecho a señalarles con el dedo y decirles: ¡ustedes mienten!

¿Cuáles son esas mentiras, las más poderosas?

Afectan a la raíz del proyecto secesionista catalán. Las dos grandes mentiras del proyecto secesionista son las que están basadas en el aspecto simbólico y las que están basadas en el aspecto económico.

En Cataluña no hay nadie, ni el más acérrimo independentista, ni el más sentimental de los independentistas, que crea que vive en un país extranjero, porque evidentemente Cataluña tiene un nivel de autogobierno comparable a los máximos niveles de autogobierno que puede tener una comunidad. Por lo tanto, no hay nadie en Cataluña que de buena fe se sienta extranjero. La lengua, que es su seña de identidad, está protegida hasta tal punto que se multa a personas por hacer uso del castellano en determinadas circunstancias.

Ellos dicen que España les roba. Los déficits fiscales de Cataluña no son exactamente como los presenta el nacionalismo, sino que son perfectamente identificables y comparables con los déficits fiscales de cualquier otra región rica europea, sea alemana, italiana o británica. Por lo tanto, ese argumento también es falso. Es decir, Cataluña no tiene un déficit fiscal mayor que el de la comunidad autónoma madrileña. No hay ninguna razón para sostener que ahí se está produciendo una injusticia.

¿Usted cree que ese proceso es reversible?

Sí, no hay que exagerar sobre la capacidad de reversibilidad de un proyecto de esa naturaleza, entre otras cosas porque, por así decirlo, el proyecto nacionalista catalán es un proyecto basado en secciones muy débiles. Es un proyecto que ha sido favorecido por una labor de ingeniería social mediática, sobre todo, fruto del extravagante sistema mediático catalán, que de alguna manera ha construido una realidad paralela. Por lo tanto, estas burbujas ideológicas crecen con la misma facilidad que se pinchan.

¿Entonces usted no cree que Cataluña se vaya a independizar?

No. Eso sería una trágica noticia para España y Europa. Por lo tanto, eso no va a suceder porque la independencia de Cataluña, insisto, no acordada legalmente con el Estado Español, es una independencia que significaría el triunfo de la opresión, el fanatismo y el desafío a la ley. Eso, evidentemente, no hay sociedad civilizada que pueda admitirlo.

Arcadi Espada, nacido en 1957 en Barcelona, es escritor y periodista. En su blog "1714: Diario del año de la peste" y su columna del periódico El Mundo exhibe abiertamente su aversión hacia el separatismo catalán.

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