"No es un día feliz ni para la Unión Europea ni para Reino Unido".
Eso es lo que dijo este miércoles el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, tras el inicio formal del Brexit, la salida británica de la UE.
A través de su embajador en Bruselas, el gobierno de Reino Unido invocó el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el que pone en marcha la separación.
"Si algo positivo es que situaciones como esta hacen que estemos más unidos que nunca", señaló Tusk, mientras exigía que "las negociaciones deben comenzar lo más pronto posible".
"Tenemos un fuerte mandato de proteger los intereses de los 24 países que conforman la unión", añadió.
Pero al final lanzó un mensaje emotivo a los británico: "Ya comenzamos a extrañarlos".