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¿Nuevas divisiones en la socialdemocracia británica?

¿Nuevas divisiones en la socialdemocracia británica?
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Desde que el veterano diputado de izquierda Jeremy Corbyn ganó el liderazgo laborista en Gran Bretaña, el tono en el partido es conciliador, pero nadie sabe si se trata de “la calma antes de la tormenta”.

Los congresos anuales del Partido Laborista británico no despiertan, por lo general, demasiada expectativa en el Reino Unido. Pero cuando los representantes del partido se reunieron esta semana en Brighton, una vez digerida la sorpresa por la victoria del 60 por ciento de los votos del veterano de izquierda Jeremy Corbyn, de 66 años, todo el país estuvo observando. El encuentro tuvo, como todos los congresos partidarios, al menos dos propósitos. Por un lado, establecer la agenda del año próximo y, al mismo tiempo, hacer importantes anuncios políticos y dar una idea de cuáles serán las prioridades, tanto a los medios como a la opinión pública.

Mientras la victoria de Corbyn perturbó a sus colegas parlamentarios, para el partido se tradujo en una ganancia de 50.000 nuevos miembros, una semana después de su elección. “La conferencia fue muy vital gracias al debate”, dijo Ellie O'Hagan, del think tank Class, a Deutsche Welle. “Muchos de los miembros del partido vinieron específicamente a debatir nuevas ideas sobre cómo darle un giro más progresista al Partido Laborista y cómo eso podría beneficiar a toda Gran Bretaña”, añade. Desde hace años, Class promueve la reducción de la desigualdad social, así como mejores condiciones laborales, explica la experta. “Políticas que eran muy populares y fueron el centro de la atención en congresos de años anteriores”.

Corbyn promueve política “más inclusiva”

Luego de semanas de controversia debido a tensiones entre las alas de izquierda y de derecha del partido, Jeremy Corbyn y John Mc Donnell, portavoz de economía y principal aliado de Corbyn, se enfrentaron a un difícil acto de equilibrio. Juntos intentaron calmar la ansiedad en las filas de su partido y habló a sus seguidores. “El mensaje de Corbyn tuvo que ser más moderado y adaptarse a los colegas más de centro del PLP", explica, por su parte, James Bloodworth, editor del blog "Adelante con el pie izquierdo". El líder del partido prometió una nueva forma de hacer política, “más honesta y más inclusiva”. Además, se refirió a dos temas muy delicados y que provocan división: el desmantelamiento de la industria nuclear británica, y su rechazo a eventuales ataques a Siria, lo que podría ponerle en contra a parte del grupo parlamentario laborista.

Antes de la victoria de Corbyn, muchos pronosticaron una división en el PLP, pero “lo más sorprendente es que en esta conferencia ha dominado un tono conciliador, tanto del lado del gabinete como de quienes podrían minar o desestabilizar el liderazgo”, dice Charlie Cadywould, investigador en participación política y ciudadana en el equipo de expertos Demos. “Corbyn se ha esforzado en promover su marca de la ‘nueva política', y fue bueno verlo a favor del disenso, aunque eso nazca más bien de una necesidad que de sus principios”.

 “Las divisiones internas se harán notar”

A pesar de su llamado a los miembros del Parlamento a disentir públicamente, muchos se preguntan cuánto durará esa actitud. En cuanto a las elecciones, todos saben que el partido haría mejor en hablar con una sola voz, dice Cadywould. Pero sigue siendo un hecho que hay serias divergencias de opinión sobre temas clave entre los políticos veteranos del Partido Laborista.

Corbyn se ha comprometido a votar por la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, su rechazo a una intervención en Siria –aunque podría apoyarla si cuenta con el respaldo de la ONU-, y subrayó su posición antinuclear y la continuidad de su lucha por los derechos humanos, “pero su discurso mostró un ambiguo deseo de transformar al PLP en el partido del colectivismo económico y del desarme nuclear”, opina el politólogo. “El año que viene, las divisiones dentro del partido se harán notar cada vez más. Los opositores de Corbyn no querrán que se los culpe a ellos si el líder falla en superar sus primeras pruebas de fuego, forzando al partido a una reelección.” En estos tiempos febriles, una de las reglas de hierro de la política sigue siendo que los partidos divididos no ganan las elecciones. Para Corbyn, será más difícil que nunca cerrar la brecha entre las alas rivales del partido, indica.

Durante su discurso, Jeremy Corbyn enfatizó que quiere hacer las cosas de manera diferente. La conferencia fue más calma de lo que muchos habían predicho, y no un ring para las disputas internas. Si bien es muy difícil detectar el comienzo de nuevas divisiones partidarias, habrá que tomar en cuenta las batallas que se desarrollan a puertas cerradas en el Partido Laborista. Según Conor Pope, redactor del blog Labour List, “ahora, el poder está del lado de aquellos que conocen mejor las reglas partidarias internas y su puesta en práctica”.

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