Mundo

El verdadero Donald Trump según el libro "Fire and Fury"

El verdadero Donald Trump según el libro "Fire and Fury"
T13
Compartir
La polémica publicación del periodista Michael Wolff retrata al mandatario estadounidense en cuerpo y alma. Aquí una selección de los mejores pasajes del libro del momento, que ha vendido un millón de copias.

Por Juan Diego Montalva

Es difícil encontrar aspectos positivos del presidente Donald Trump en el libro de Michael Wolff “Fire and Fury. Inside the Trump White House” (Fuego y Furia. La Casa Blanca de Trump por dentro). El relato que hace este periodista de los últimos días de su campaña y el comienzo de su gobierno no favorecen en nada la imagen del magnate inmobiliario transformado en político. Su personalidad, modo de trabajo, manera de seleccionar a sus colaboradores, relaciones laborales y manera de diseñar sus políticas públicas están llenas de anécdotas que parecen sacadas de una obra de ficción, o al menos, muy alejadas de la manera en que puede imaginarse trabajan en la Casa Blanca.

El autor de esta investigación, Michael Wolff (63 años), tiene reputación de ser un sabueso de las intimidades y del cotilleo. Wolff reconoce como una de sus fortalezas ser un reportero “alejado de lo convencional” y que nunca ha sido desmentido. Autor de seis libros, el que destaca es: “The Man Who Owns the News: Inside the Secret World of Rupert Murdoch” (2008), donde revela el desconocido mundo del magnate australiano de la prensa mundial propietario de importantes diarios en Inglaterra, canales de cable y productoras cinematográficas. Llama la atención que en este libro Murdoch sea una de las principales fuentes.

Wolff escribe en New York, Vanity Fair, USA Today y The Hollywood Reporter, y se declara orgulloso de obtener dos veces el prestigioso premio National Magazine Award. Pero todos estos detalles son anécdotas frente a la repercusión y éxito de “Fire and Fury”, un libro que no es de fácil lectura y que en varias partes resulta incluso tedioso, pero que vendió tres millones de copias en los primeros tres días.

El gran promotor de la publicación ha terminado siendo el propio Trump que intentó impedir su publicación –algo inédito en la historia presidencial estadounidense-, movida que sólo logró un escándalo y adelantar su aparición en librerías. Desde ese día, Trump es el principal comentarista de la obra.

Después de leer las 265 páginas de este libro, es evidente que el principal –sino único-  aporte de la publicación es que pretende perfilar al nuevo Presidente estadounidense según conversaciones con cercanos, colaboradores, ex colaboradores, amigos y enemigos. El libro no sirve para quienes buscan información seria sobre las directrices de la administración Trump sobre su política internacional, económica o en salud. Existen referencias a estos grandes temas, pero todas son anécdotas menores destinadas a demostrar que Trump es un desastre como Presidente.

A pesar de la catastrofista mirada de Wolff respecto a su Presidente, Donald Trump finalmente termina perfilado como un hombre normal y corriente, un americano típico, que tuvo algunos éxitos y que cuando salió a competir con los políticos tradicionales logró conquistar a la masa. Wolff cuestiona su “salud mental” y entrega como pruebas de este diagnóstico que es una persona distraída, inestable, desconcentrada, poco sistemática y muy poco consistente y lo más grave de todo esto –dijo el autor en una entrevista en Today Show de NBC- es que “el 100 por ciento de los entrevistados coincidieron en que era “como un niño’”.

Una de las pocas anécdotas que reivindican a Trump en el libro es cuando lleva en su avión a un amigo multimillonario extranjero a Atlantic City y le dice que no es un buen lugar para invertir porque es residencia de “white trash” (manera despectiva de referirse a los blancos pobres) y cuando el amigo le pregunta qué es eso, le responde: “Es gente como yo”, la única diferencia es que “ellos son pobres”.

Y como Trump es un hombre ordinario, impulsivo, lo primero que hizo después que salió el libro el viernes 5 fue publicar un tweet el sábado 6: “Pasé de MUY exitoso hombre de negocios, a estrella de la televisión, a presidente de Estados Unidos (en mi primer intento). Creo que eso me calificaría no como listo, sino genio...y un genio muy estable”.

Otra demostración del efecto que tuvo “Fire and Fury” en la escena política fue la caída del ex hombre fuerte de la administración y líder clave de la extrema derecha estadounidense, Steve Bannon, que fue despedido de su trabajo el martes pasado en Breitbart News, el medio que ayudó a fundar para difundir ideas de extrema derecha.

Las revelaciones de “Fire and Fury” son de grueso calibre y el autor dice que están respaldadas en más de 200 entrevistas con importantes y cercanos colaboradores de Trump e, incluso, con el propio Trump, algo que el Presidente estadounidense desmiente agregando que el libro “está lleno de mentiras”.

Aunque la prensa más seria desliza críticas e identifica algunos errores, existe bastante consenso en que varias de las cosas publicadas coinciden con la realidad. Michael D'Antonio, autor del libro “Never Enough: Donald Trump and the Pursuit of Success” (2015) lanzó un salvavidas a Wolff y dijo que “gran parte de lo que se relata parece creíble”.

Considerando que uno de los aportes de este libro es que entrega nuevos e interesantes antecedentes que permiten entender mejor la administración el personaje que es Trump, seleccionamos algunos textos clave de “Fire and Fury. Inside the Trump White House” (Ed. Little, Brown; 269 páginas).

Llama la atención que tras la publicación del libro y tras toda la polémica que generó el libro la popularidad de Trump no experimentara grandes cambios y siguiera marcando una aprobación de 36% y una desaprobación del 56%, que es la más baja de la historia presidencial estadounidense, pero que no se movió tras “Fire and Fury”.

Cercanos manifiestan preocupación tras triunfo de Trump

El libro comienza con un prólogo en que el autor pareciera querer mostrar el privilegiado nivel de acceso que tuvo al círculo más cercano del hoy Presidente Donald Trump. La escena ocurre en una casa en Greenwich Village y asiste Roger Ailes, el ex mandamás del canal FOX News por treinta años hasta que una acusación de acoso lo obligó a abandonar su puesto en julio del 2016. Además de crear y conducir el principal canal de información de la derecha estadounidense, Ailes (murió en mayo del 2017) también jugó un rol clave como “operador político del Partido Republicano” y apoyó la candidatura de Trump, a quien admiraba por su “sexto sentido para leer el mercado” y porque “siempre iba para adelante”. Es en este contexto de cercanía y aprecio que sorprenden la conversación que revela el libro cuando discute con Steven Bannon, en ese momento estratega y hombre fuerte del recién elegido Donald Trump, sobre la situación de los servicios de inteligencia:

  • ¿Qué está haciendo Donald en este tema (inteligencia)?, consulta Ailes.
  • “Él está encima de eso”, responde Bannon.
  • “¿Seriamente?”
  • “Está en el tema”.
  • “Yo no le daría a Donald muchas cosas que pensar”, recomienda Ailes.
  • “Mucho o poco, no cambiará necesariamente nada”, concluye Bannon.

Triunfo inesperado

El libro describe en detalle lo inesperado y desconcertante que resultó el triunfo del 8 de noviembre pasado para Trump y sus cercanos. Para Trump era suficiente y estaba muy contento con haber logrado derrotar a los 16 pre candidatos republicanos a la presidencia, pero no tenía entre sus planes llegar a la Casa Blanca.

"Y así en poco más de una hora (del triunfo), en la observación de Steve Bannon, un Trump confuso se convirtió en un Trump incrédulo y luego en un Trump aterrorizado. Pero aún faltaba la última transformación: de repente, Donald Trump se convirtió en un hombre que pensaba que merecía ser, y sería totalmente capaz de ser, el presidente de Estados Unidos".

Esto lo corrobora una conversación del hijo de Trump: “Poco después de las ocho en punto esa noche, cuando la tendencia mostraba que Trump estaba cerca de la victoria, Don Jr. (hijo de Trump) le dijo a un amigo que su padre, o DJT, como él llamaba, parecía como si hubiera visto un fantasma. Y Melania estaba en lágrimas y no de alegría”.

Asesores cercanos también reconocen debilidades

Sam Numberg es definido en el libro como una de las personas que mejor pudo entender y relacionarse con el Presidente Trump, eso no quita que fuera despedido como gran parte de los asesores que asumieron en primera etapa del gobierno. El libro presenta muchas situaciones en que este cercano colaborador tuvo actuaciones relevantes, sin embargo, cuando le piden defina a su jefe desconcierta con su respuesta.

"¿Es Trump una buena persona, una persona inteligente, una persona capaz?", le preguntó a Sam Nunberg, que fue la ayuda política de Trump por muchos años. "Ni siquiera sé. Pero sé que es una estrella”

Entre las citas que tuvieron más repercusión tras la publicación del libro estuvo justamente una protagonizada por Sam Numberg cuando intentó explicarle a Trump la Constitución de Estados Unidos que tiene siete artículos y 27 enmiendas. El libro cita a un colaborador no identificado: "Al inicio de la campaña, el asesor Sam Numberg fue enviado a explicarle la Constitución al candidato: 'Pude llegar hasta la Cuarta Enmienda porque antes empezó a tirarse los labios con los dedos mientras hacía girar los ojos'".

No lee, no escucha

El libro insiste en que no era desconocida la poca formación y preparación de Trump en el ámbito empresarial y político: 

“Casi todos los profesionales que enfrentaron a Trump (en los primeros días de su presidencia) asumieron que parecía que él no sabía nada. Simplemente no sabía de ningún tema, aparte de tal vez la construcción de edificios. Todo para él era nuevo. Lo que él sabía, parecía haberlo aprendido una hora antes, y era muy básico. Pero cada miembro del nuevo equipo de Trump estaba claro que el hombre había sido elegido presidente”.

Pero esto no era novedad para el mundo del que provenía Trump: “En el ambiente social de adinerados era sabida la ignorancia de Trump, el hombre de negocios que ni siquiera podía leer un balance financiero y triunfó. Era conocido que no daba atención a los detalles, pero era un negociador terrible. Le reconocían su instinto, su fuerte personalidad. Él podía hacerte creer”, describe Wolff.

Otra caracterización del Presidente la hace uno de los autores del libro supuestamente escrito por Trump “El arte de la negociación”, pero que lo ejecutaron los periodistas Piers Morgan y Tony Schwartz. Este último fue citado por Wolff: “Trump no era un escritor, era un personaje, un protagonista y un héroe”.

La más cruda descripción de este perfil limitado de Trump lo realiza Wolff describiendo el análisis que habrían hecho una de las personas que participó en el desembarco de Trump en la Casa Blanca, Katie Walsh:

“Trump, observó Walsh, venía con un conjunto de creencias e impulsos, algunos de ellos bastante contradictorios, algunos eran convenciones. Por lo tanto, ella y todos los demás intentaban traducir sus deseos y su programa, en un proceso que requería mucho trabajo de adivinación. Walsh decía que era ‘como tratar de descubrir lo que quiere un niño’. Podría decirse que el problema central de la presidencia de Trump (…) era que no procesaba información en el sentido convencional o, en otros términos, no procesa nada. Trump no lee, no puede ni retener lo importante. Si le das algo impreso, es como que no existiera.

Algunos creían que era un caso de semi analfabeto. (Hubo alguna discusión sobre esto, porque igual podía leer titulares y artículos referentes a sí mismo o a chismes en el New York Post). Algunos pensaron que podía ser disléxico, lo que era evidente es que su capacidad de comprensión era limitada. Otros decían que no leía porque no tenía que leer porque ese era un atributo como populista. Sólo veía televisión.

Pero no era solo que no leyera, ni escuchara. Prefiere ser la persona que hablaba. Él confía en su propia experiencia, no importa cuán insignificante o irrelevante. Otro descubrimiento era que tenía un lapso de atención extremadamente corto, incluso cuando pensaba”. El paso de Katie Walsh, la protagonista de esta historia, por la Casa Blanca fue breve, duró sólo tres meses.

Este tipo de descripciones se repiten majaderamente a lo largo de todo el libro: "(Trump) no podía realmente conversar, en el sentido de compartir información, o de una conversación de ida y vuelta. El no escuchaba lo que se le decía, ni parecía considerar lo que él mismo respondía. El reclama que le prestes atención".

El otro análisis descarnado lo hace un ejecutivo del banco de inversiones Goldman Sachs, Gary Cohn, que encabezó el Consejo Económico Nacional del Presidente Trump y que habría dejado por escrito en un mail su opinión:

“Es peor de lo que puedas imaginar. Un idiota rodeado de payasos. Trump no lee nada, ni los memos de una página, ni breves documentos de política, nada. Se levanta a mitad de las reuniones con los líderes mundiales porque está aburrido. Kushner es un bebé con derecho que no sabe nada. Bannon es un idiota arrogante que piensa que es más listo que él. Trump más que una persona es una colección de rasgos terribles. Nadie sobrevivirá el primer año, excepto su familia. No sé qué hace (…) estoy en constante estado de conmoción y horror ".

Mujeres

Otra característica que destaca el libro es el machismo y la manera despectiva en que Donald Trump se refiere a las mujeres. Sin embargo, esto no es nuevo, puesto que en plena campaña enfrentó el escándalo de la filtración de una conversación con el presentador de NBC, Billy Bush, en que se refirió a su brutal manera de acercarse a las mujeres y se describió como “un imán”, y “que podía hacer cualquier cosa” incluso tocarlas “y ellas no pueden hacer nada”. La novedad que aporta el libro en este perfil mujeriego es su gusto por acostarse con las mujeres de sus amigos:

“A Trump le gustaba decir que una de las cosas por las que valía la pena vivir era llevar a la cama a las esposas de los amigos. Decía que la idea era persuadir a la esposa del amigo de que su marido tal vez no era lo que ella pensaba. Para eso le pedía a su secretaria que invitara al amigo a su oficina y le preguntaba ¿Todavía te gusta tener sexo con tu esposa? ¿Con qué frecuencia? Tu deberías tener mejor sexo. A las tres en punto llegan unas chicas de Los Ángeles, podemos subir y pasar un buen rato. Mientras se desarrollaba esta conversación, Trump tenía a la esposa de su amigo en el altavoz, escuchando”.

Wolff destaca que esta cualidad de mujeriego no es nueva en la Casa Blanca, señalando que Trump y Bill Clinton son similares en este perfil de acosadores de mujeres. Una cosa que sorprende en el libro es que Wolff asegura que es con las mujeres con quien Trump mejor se entiende y trabaja.

Relación con Melania

El libro despeja varias de las incógnitas que han surgido respecto a su relación con su actual esposa, Melania Trump, y lo comprometida que está ella con el nuevo rol de Presidente de los Estados Unidos. El dato que ayuda a despejar parte de estas preguntas es el relato de la reacción que tuvo Melania tras la victoria “Melania estaba en lágrimas y no de alegría”.

Wolff dedica tiempo a tratar de explicar la relación del nuevo Presidente y su esposa a lo largo del libro: “El matrimonio de Donald Trump dejó perplejo a todo el mundo que lo rodeaba. Trump y Melania pasan relativamente poco tiempo juntos. Pasaban algunos días juntos y podían no tener contacto, incluso cuando estaban en la Trump Tower. Era común que ella no supiera dónde estaba él. Trump se movía entre residencias mientras ellos se movían entre las habitaciones. Ninguno sabía mucho del paradero del otro y ella nunca se interesó en sus negocios. Trump fue un padre ausente para sus primeros hijos, pero fue más ausente con el quinto, Barron, el hijo con Melania. Tras este, su tercer matrimonio, Trump les dijo a sus amigos que había perfeccionado el arte: vivir y dejar vivir: "Haz lo que quieras".

Aun así, la noción de que esto era un matrimonio era solo de nombre. Trump hablaba de Melania con frecuencia cuando ella no estaba. Admiraba su aspecto, a menudo. Ella era, le dijo a la gente con orgullo y sin ironía, "Trofeo esposa." Y si bien puede ser bastante feliz por este botín también decía "una esposa feliz es una vida feliz", dijo, haciendo eco de una perogrullada popular.

Pero para Melania la perspectiva de que su marido se convirtiera en Presidente siempre fue horrible. Ella pensó que implicaba la destrucción de su vida cuidadosamente protegida con su hijo”.

Esta nueva condición de la familia Trump no ha sido fácil desde el primer día, según Wolff: "Trump no disfrutó de su toma de posesión. Estaba enojado con la Casa Blair, y era evidente que estaba peleando con su esposa, que parecía estar al borde de las lágrimas. Deambulaba, enojado y cabreado, hombros encorvados, brazos balanceándose, ceño fruncido, labios fruncidos”.

Estos son algunos de los tantos extractos del libro de “Fire and Fury” que describen en detalle y con muy poca misericordia aspectos íntimos del actual Presidente de los Estados Unidos. El libro también desarrolla en detalle otros aspectos de su administración como el diseño de su política de relaciones internacionales, las dificultades para formar equipos, su decisión de incluir a la familia en el gobierno y, clave en el libro, el rol y manera en que evolucionó su relación con quien fue su hombre clave, Steve Bannon. Los detalles de su personalidad expuestos en esta selección de citas del libro de Michael Wolff permiten entender mejor los noticiosos primeros meses de Donald Trump en la Casa Blanca.

Señal T13 En Vivo
Etiquetas de esta nota