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Biógrafo de Trump: “Es un niño de 13 años en el cuerpo de un hombre de 71”

Biógrafo de Trump: “Es un niño de 13 años en el cuerpo de un hombre de 71”
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Según David Cay Johnston, la más reciente andanada de declaraciones del Presidente de Estados Unidos, como aquellas contra Corea del Norte y Maduro, o sobre los hechos de Charlottesville, muestran a un gobernante que no le hace caso a sus expertos, que es racista, que no es capaz de entender temas complejos y que tiene un vocabulario limitado.

Por Pedro Schwarze

Convertido en un gran provocador, Donald Trump logró ser nominado candidato del Partido Republicano y luego ser elegido Presidente de Estados Unidos. Sin embargo, lejos de aplacar ese estilo, mantuvo su lengua mordaz, sin filtros ni consideraciones. Los últimos ejemplos de eso marcan una agudización de sus formas, pero también parecen estar mostrando el fondo: de qué está hecho Trump. Como cuando le prometió a Corea del Norte “un fuego y una furia como el mundo nunca ha visto", o cuando amenazó con invadir a Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro. Pero el camino se le puso cuesta arriba a raíz de sus comentarios ambiguos sobre los hechos de Charlottesville, al condenar la violencia de todos lados. Bajo presión, y leyendo una declaración, criticó a los neonazis y a los racistas, aunque un día después volvió a su discurso inicial: "Creo que ambos bandos tienen la culpa”, dijo.

David Cay Johnston, periodista, ganador del Pulitzer y autor de la biografía del actual Presidente de Estados Unidos Cómo se hizo Donald Trump (Tajamar Editores), no guarda simpatías por el gobernante y nunca las tuvo. No le ha perdido la pista durante tres décadas, por lo que sabe quién está al frente de la Casa Blanca. En esta entrevista, Johnston apunta a las grandes debilidades de Trump, la dificultad que tiene para entender asuntos detallados, asegura que históricamente se ha mostrado como un racista y adelanta que cada vez se volverá más errático.

¿Considera que Donald Trump cayó en la trampa del líder norcoreano Kim Jong Un, en una guerra de palabras?

Lo que ha hecho Trump es disminuir el rol de Estados Unidos, porque él no tiene idea de lo que son las armas nucleares. Kim Jong Un tiene armas nucleares como garantía de que su país no será invadido, es la base de la doctrina nuclear. Trump no sabe eso porque es un ignorante espantoso, no escucha el consejo de sus expertos, no tiene capacidad para un pensamiento con matices. Trump tampoco sigue —y puede que no sepa su significado— el consejo imperial del Presidente Theodore Roosevelt de "hablar en voz baja y llevar un garrote grande".

Trump no distingue a un sunita de un chiita, un japonés chileno de un gaucho argentino
David Cay Johnston

Estados Unidos se había mantenido silencioso en el tema Venezuela, porque entendía que cualquier palabra podía favorecer a Maduro y perjudicar a la oposición. ¿Cree que Trump está informado de las estrategias de su gobierno?

Trump sugirió que Estados Unidos podría invadir Venezuela, algo que varios presidentes han hecho desde la Doctrina Monroe. El último de ellos fue Reagan para distraer al público por el atentado contra el cuartel de los Marines en Líbano (1983). Pero no hay que esperar ninguna invasión. Esta amenaza es otro esfuerzo para distraer la atención de sus propios problemas: su incompetencia, ineficacia y vulnerabilidad por la investigación de la trama rusa. Un movimiento inteligente, si en realidad quería interferir en la política de una nación soberana y deshacerse de Maduro, sería simplemente congelar el dinero de Venezuela que necesita para comprar los aceites ligeros que deben ser mezclados con el crudo denso venezolano necesario para que fluya por las tuberías y hacia los barcos, para que pueda ser enviado a la costa de Golfo, en Estados Unidos, para su refinamiento.

¿De qué manera Trump se informa?

Cada día el informe de noticias más costoso del mundo —el informe diario que recibe el Presidente, el PDB— le es entregado a Trump, pero él no siempre lo lee y no siempre escucha a sus asesores. Carece de la capacidad para entender mucho de lo que hay en el PDB. Para tratar de mantener su atención e informarle acerca de los temas enormemente complicados de la geopolítica, sus asesores han sustituido los informes detallados que Obama exigió en su momento por sesiones muy cortas que a menudo mencionan comentarios de los líderes mundiales que han citado a Trump por su nombre. A Trump le encanta ver su nombre en los titulares.

¿Y cree que Trump tiene alguna idea de lo que es la diplomacia y la política exterior?

Está completamente despistado sobre eso. Trump no distingue a un sunita de un chiita, un japonés chileno de un gaucho argentino. En caso de hacerle una pregunta sobre Simón Bolívar es probable que dé una respuesta similar a la que dio en febrero sobre la abolicionista del siglo XIX, el predicador y editor de periódicos Frederick Douglass, cuando dijo que Douglass “es un ejemplo de alguien que ha hecho un gran trabajo y es reconocido cada vez más”.

¿Por qué Trump se resiste a condenar a la extrema derecha norteamericana? ¿Solo porque son sus votantes?

Trump es un racista. Su primer gran caso legal, en 1973, fue por discriminar a afroamericanos y puertorriqueños en el arriendo de departamentos. Su respuesta fue atacar al gobierno con falsas afirmaciones de que querían poner a gente dependiente de la ayuda social en sus edificios. Pero la discriminación quedó en evidencia cuando se demostró que quienes buscaban arriendos en edificios similares, con sus informes de crédito y cheques de pago, calificaban para arrendar los Trump Apartments. Más tarde, los reguladores de casinos de Nueva Jersey lo multaron por discriminar a negros, mujeres y asiáticos. El acusó a cinco jóvenes negros y portorriqueños en el caso de la violación de una mujer en el Central Park, en 1989. (Los jóvenes fueron condenados, estuvieron en prisión y luego fueron absueltos). Trump nunca se ha disculpado por lo que dijo. Mintió durante años de que Obama nació en Kenia y que tenía investigadores que habían desenterrado las pruebas de eso. Vea el video de la declaración que leyó el lunes 14 (donde Trump condenó el racismo). No se diferencia en nada a los videos de los rehenes del Estado Islámico, donde la gente tiene que leer unas declaraciones que uno sabe que los rehenes no creen ellas. Y a continuación, compare sus comentarios entusiastas y enojados del día siguiente en la Trump Tower.

¿Piensa que Trump tiene un problema en controlar sus emociones?

Trump es un niño de 13 años en el cuerpo de un hombre de 71 con una salud deteriorada, que utiliza un vocabulario muy limitado, especialmente a medida que pasan las horas del día. Su "ensalada de palabras" se está volviendo cada vez más absurda. El fue enviado a una Academia Militar en el verano que cumplió 13 años por a su mal comportamiento constante, una Academia donde, según el mismo Trump, los estudiantes de los cursos superiores humillaban a los de los cursos inferiores, lo que explica algunos de sus arrebatos emocionales, sexuales y su desarrollo social. Cuando Trump llamó a mi casa el año pasado amenazando con demandarme me sorprendió, porque él sabe que, después de todo, yo no puedo ser intimidado. Su llamada me pareció un comportamiento errático. Fue poco después de que yo predijera públicamente de que si él llegaba a la Presidencia, se volvería cada vez más errático, que es exactamente lo que estamos viendo.

Trump no hace deporte, tiene una dieta horrible, no duerme lo suficiente y está bajo una tremenda presión. Podría sufrir un infarto o un derrame cerebral
David Cay Johnston

¿Cuál de los miembros de su gobierno podría ayudarlo?

Todos ellos son una muestra de los que he dicho sobre esta administración: que es una kakistocracia, un gobierno de los peores.

¿Trump debería cerrar su cuenta de Twitter?

No. Mejor que todo el mundo vea lo inmaduro, incompetente, mezquino y desconsiderado que es.

¿La falta de criterio en sus declaraciones pueden poner a un Presidente fuera de la Casa Blanca?

Hay tres maneras de destituir a un Presidente. Una es el impeachment, que es un acto político, no es legal, así que aunque haya muchos motivos para acusarlo, el partido que él nominalmente lidera (el republicano) no actuará contra él hasta que sus miembros se decidan, y por ahora la mayoría respalda a Trump. Una segunda opción es la enmienda 25. Si el Vicepresidente y la mayoría del gabinete descubren que el Presidente es incapaz de desempeñar sus funciones pueden suspenderlo. Eso tampoco es probable, a menos que llegue a un territorio de mayor locura del que hemos visto hasta ahora, en buena parte porque muchos republicanos aún lo respaldan. La tercera es la salud. Trump no hace deporte, tiene una dieta horrible, no duerme lo suficiente y está bajo una tremenda presión. Podría sufrir un infarto o un derrame cerebral. Pero sus padres vivieron hasta cerca de los 90 años.

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