AFP
El proyecto para el futuro avión presidencial estadounidense, el Air Force One, está "totalmente fuera de control", afirmó este martes el presidente electo, Donald Trump, quien inclusive amenazó con cancelar el multimillonario pedido.
En la red Twitter, Trump expresó este martes que Boeing "construye un Air Force One con un modelo 747 completamente nuevo para los futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4.000 millones. ¡Cancelen la orden!".
Poco más tarde, en una aparición en el lobby del edificio donde tiene sus oficinas, en Nueva York, Trump reiteró a periodistas que todo el proyecto está "totalmente fuera de control".
"El programa por el nuevo Air Force One costará más de 4.000 millones de dólares y pienso que eso es ridículo. Pienso que Boeing está forzando un poco los números", dijo el presidente electo.
Trump añadió que "queremos que Boeing gane mucho dinero, pero no tanto".
En respuesta, Boeing emitió una nota oficial en que evitó responder a la sugerencia de Trump de cancelar el contrato, y se limitó a explicar en qué fase se encuentra el proyecto.
"Estamos actualmente bajo contrato por 170 millones de dólares para determinar las capacidades de esta compleja aeronave para que atienda a las exigencias de un presidente de Estados Unidos", señaló la firma.
La nota añadió que Boeing "espera poder continuar trabajando con la Fuerza Aérea en las fases siguientes del programa, de forma que nos permita entregar los mejores aviones al presidente".
Millonaria compra
El gobierno estadounidense, a través de la Fuerza Aérea, había alcanzado con Boeing en enero de este año los primeros contratos para el diseño y construcción de dos aeronaves para sustituir a los actuales aviones presidenciales.
En esa fase de los acuerdos, el gobierno pagó una tarifa contractual de 25,7 millones de dólares a Boeing para discutir los planes para transformar los más actuales modelos de la empresa (el Boeing 747-8) en aviones para el presidente.
Según informó la Casa Blanca en su momento, los aviones actualmente a disposición del presidente Barack Obama y que trasladarán a Trump habían sido encomendados por el entonces mandatario Ronald Reagan y fueron entregados en 1990.
Estos dos aviones son formalmente denominados VC-25a, y constituyen una versión militarizada del 747 original.
Los estudios para renovar la flota comenzaron en 2009, cuando el modelo Airbus A380 también llegó a ser considerado un candidato, aunque el fabricante europeo se retiró de la disputa dejando a Boeing como única opción disponible.
El avión Air Force One porta esa denominación únicamente cuando lleva al presidente estadounidense, quien a bordo tiene condiciones de ejercer plenamente sus funciones, inclusive acceso a los códigos para autorizar el uso de armas nucleares.
El Marine One
La velada amenaza de Trump de cancelar la orden a Boeing por los Air Force One, sin embargo, ya tiene antecedentes, porque Obama llegó a eliminar de un plumazo los pedidos por los helicópteros presidenciales, llamados Marine One.
Equivalente al Air Force One, administrado por la Fuerza Aérea, el Marine One es el helicóptero que traslada al presidente, y pertenece a una flota controlada por la Infantería de Marina (los 'Marines').
En 2005, la Infantería de Marina había abierto una licitación por 28 aeronaves iguales para trasladar al presidente, en un contrato que fue adjudicado a Lockheed para su helicóptero VH-71 Kestrel, cuyas primeras cinco unidades debían ser entregadas en 2010.
Sin embargo, el costo inicial de 6.100 millones de dólares, rápidamente aumentó a nada menos que 11.200 millones, elevando a unos 400 millones de dólares el costo de cada unidad.
Finalmente, en 2009 Obama decidió aceptar las protestas del Congreso por los exhorbitantes costos del programa y ordenó su cancelación definitiva.
La actual flota de helicópteros listos para servir como Marine One es compuesta por unas 35 aeronaves de cuatro modelos diferentes.
