Como un "demente que no le importa tener hambrienta o matar a su gente". Así calificó el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
La frase, emitida a través de su cuenta de Twitter, ocurre a solo horas que el ministro de relaciones exteriores del régimen anunciara que su país podría lanzar a modo de prueba una bomba nuclear de hidrógeno al océano Pacífico como parte de la "respuesta al más alto nivel" hacia EE.UU.
"Podría tratarse de la más poderosa de las detonaciones de una bomba H en el Pacífico", dijo a medios surcoreanos en Nueva York, donde se encuentra representando a norcorea en la Asamblea General de la ONU.
En el mismo tuit, Trump aseguró que Kim Jong-un "será puesto a prueba como nunca antes".
Ayer, Trump anunció sanciones contra empresas extranjeras que negocien con Corea del Norte, un primer paso hacia eventuales medidas punitivas contra compañías chinas y de otros países.
Trump firmó un decreto que permite sancionar a "individuos y empresas que financien y faciliten el comercio con Corea del Norte", lo que puede resultar en un ajuste dramático del cerco económico en torno a Pyongyang.
Asimismo, Trump afirmó que el Banco Central de China ordenó a sus filiales que limiten el comercio con norcorea, decisión que describió como "audaz" e "inesperada".
La medida no ha sido confirmada por Beijing, pero sería un corte a una fuente vital de divisas extranjeras al régimen de Pyongyang.
