AFP
Los incendios forestales habrán destruido unas 70.000 hectáreas de suelo chileno entre julio de 2018 y junio de 2019, por encima del promedio anual, debido a que las condiciones climáticas son "muy favorables" para la propagación del fuego, advirtió el lunes el gobierno.
En los primeros ocho días del año, las llamas devoraron 4.047 hectáreas de vegetación en el centro-sur del Chile, destruyendo decenas de viviendas. Este lunes, la voracidad de las llamas decayó, manteniendo apenas cuatro incendios activos en las regiones de Valparaíso (centro), Biobío y Araucanía (sur).
"Hemos pronosticado para este año 70.000 hectáreas quemadas, en base a que vamos a tener altas temperaturas, vientos (...) y humedad relativa muy baja", dijo el ministro de agricultura, Antonio Walker, en rueda de prensa.
El pronóstico supera el promedio del país de 50.000 hectáreas quemadas. Sin embargo, es menor a las 600.000 hectáreas que fueron arrasadas en 2017, cuando un megaincendio consumió sólo entre enero y febrero casi 500.000 hectáreas en el centro-sur del país.
Actualmente, el mayor incendio en décadas provocó la muerte a una decenas de personas y encendió las alarmas sobre las vulnerabilidades del país ante los efectos del cambio climático, en especial la caída en los promedios anuales de precipitaciones.
Walker calificó de "muy favorables" para la generación de incendios las actuales condiciones climáticas y destacó que en lo que va del año el país soportó "más incendios, pero con menos superficie quemada", lo que evidencia avances en la planificación del combate del fuego.
La Corporación Forestal Nacional (Conaf) cuenta con más de 2.800 brigadistas (bomberos forestales) y 44 aeronaves para combatir las llamas que en el 99% de los casos son causados por personas y en un 30% de manera intencional, según datos oficiales.
