Bloomberg
Muchos diplomáticos en Bruselas y en toda la UE todavía piensan que pueden persuadir al Reino Unido para que al menos permanezca en la unión aduanera y el mercado único del bloque, si no sigue siendo miembro pleno del club de 28 naciones.
Es por eso que las directrices elaboradas por el presidente de la UE, Donald Tusk, dicen: "Las líneas rojas de May significan que no puede ofrecerle al Reino Unido un trato comercial tan ambicioso como el que busca", pero señalan que la UE podría ser más generosa si el Reino Unido cambia su posición
Con los opositores laboristas y los legisladores rebeldes del partido conservador de May que se oponen a la postura de la primera ministra, la posición de la UE es un incentivo para que los legisladores pro-UE intenten cambiar la postura de negociación de May. Muchos funcionarios de la UE creen que la continuación de la membresía del Reino Unido en la unión aduanera, algo que May ha descartado, sería beneficiosa para ambas partes y puede ser la única forma de resolver el problema de mantener la frontera irlandesa invisible.
El borrador es explícito en señalar que "estar fuera de la unión aduanera" y el mercado único conducirá inevitablemente a fricciones con "consecuencias económicas negativas". Esa es una réplica a la línea de May en que quiere que sea "un comercio con las menores fricciones posibles".
El documento deja en claro la recompensa. Si bien la posición de la UE "refleja el nivel de derechos y obligaciones compatibles con las posiciones indicadas por el Reino Unido, "si las posiciones de Gran Bretaña cambian, la UE "estará preparada para reconsiderar su oferta".
Hay algunas señales de que la estrategia de la UE de ser inflexible sobre lo que puede ofrecer está funcionando, al menos en algunas esferas. Los legisladores anti-Brexit en el Reino Unido están investigando si Gran Bretaña podría posponer su salida de la UE para darle al Parlamento y los votantes más tiempo para sopesar si realmente quieren salir.
Los legisladores pro-UE en los tres principales partidos han planteado en privado la posibilidad de extender el plazo de negociación bajo el Artículo 50 más allá de marzo de 2019, de modo que si el pueblo cambia de opinión, no sea demasiado tarde para quedarse.
