Proyectar la Nueva Mayoría. Ese será el mensaje central que la Presidenta Michelle Bachelet entregará a los dirigentes de los partidos oficialistas en La Moneda este miércoles, cuando los reciba para fijar el cronograma de su último año de mandato.
La reunión era pedida desde hace cuatro meses por la coalición, que había lanzado duras críticas a la gestión política del Gobierno y al rol de los ministros de La Moneda.
El lunes, la Mandataria dio luces de lo que transmitirá a los timoneles de la coalición en el año en que se elegirá a su sucesor. “La discusión de qué va a pasar con la Nueva Mayoría -a mí me gustaría que continuará sin duda- la van a tener los partidos a partir de este mes de enero”, afirmó Bachelet en entrevista con El Mercurio de Valparaíso este lunes.
La Presidenta también aludió a uno de los temas más sensibles: el mecanismo para zanjar al abanderado presidencial de la coalición. “Hay personas al interior de los partidos que quieren llevar candidatos sí o sí, sin pasar por primarias, transformando la primera vuelta en primarias, y hay una enorme cantidad de personas que creen que eso no debe ser así, que es importante que haya primarias”, dijo la Mandataria. “Es imposible imaginar, y así lo han dicho los presidentes de partidos, que haya candidatos separados para Presidente de la República y una plantilla única parlamentaria”, agregó la Presidenta.
Las palabras de Bachelet sorprendieron en el oficialismo: daban muestras de asumir un rol más político para la recta final de su mandato, de involucrarse en las decisiones y de marcar un liderazgo en la Nueva Mayoría, algo que no había ocurrido en sus primeros tres años.
"La ofensiva comunicacional del fin de año y principios de este año y el tono de sus declaraciones evidencia un rol político más activo", sostuvo el senador PPD, Felipe Harboe.
Los dichos de la Mandataria fueron reforzados este martes por la vocera de Palacio, Paula Narvaéz, quien puso sobre la mesa otro punto: la arremetida de Bachelet tiene como objetivo resguardar la agenda de reformas impulsadas por su administración.
“Este es un Gobierno de grandes transformaciones que requiere consolidar lo que se ha hecho en materia de educación, de salud, de vivienda”, planteó, y remarcó que “todos esos cambios necesitan de proyección y es absolutamente legítimo pensar en la necesidad de proyectar más allá del gobierno de la Presidenta Bachelet una coalición que permita hacer justamente la proyección de esos cambios”, indicó la vocera de Palacio.
Problema: bajo respaldo
“La Presidenta está preocupada de no volver a entregarle la banda a la derecha, como ocurrió en el período anterior”, afirmó el columnista de T13.cl, Max Colodro. En función de ello, sostuvo el académico de la UAI, es que Bachelet se esforzará por incidir en mejorar el estado de la Nueva Mayoría.
“El Gobierno debiera hacer un esfuerzo en contribuir a que la coalición haga las cosas mejor, como no se hizo el 2009 y que el peso del Gobierno se haga sentir más en algunas decisiones que involucran a la coalición”, afirmó Colodro.
Colodro alude a que a fines de su primer mandato, la Presidenta levantó un discurso similar, aludiendo a la la idea de mantener la entonces Concertación. Sin embargo, intervino mucho más tarde, recién entre julio y agosto de ese año: la ofensiva no logró traspasar su 66% de aprobación -en la encuesta CEP de mayo-junio del 2009- y Piñera terminó venciendo en segunda vuelta.
Aunque ahora Bachelet intervino antes, existe otro factor que, según Colodro, hace que el objetivo de ordenar a la coalición sea complicada: “se encuentra muy debilitada” en términos de respaldo en la opinión pública. Según la Cadem de diciembre, la Presidenta tiene un 22% de respaldo y estuvo bajo el 30% todo el 2016.
Para el analista de Tele13 Radio, Gonzalo Cordero, la Presidenta está dirigiendo sus esfuerzos a que la coalición “siga viva al menos hasta la elección presidencial”. “El fin de la Nueva Mayoría viene a sellar un fracaso político total de su Gobierno”, sostuvo.
A su juicio, sin el respaldo en las encuestas, a la Mandataria “sólo lo queda la fuerza institucional de ser Presidenta de la República, pero eso no tiene fuerza suficiente como para lograr contener o modificar el proceso político de la Nueva Mayoría”.
“Lo que le corresponde a un Gobierno es ser político, explicar su programa, concitar apoyo en torno a sus acciones, corregir cosas que se hayan hecho mal y mantener la unidad entre el centro y la izquierda”, dijo a su turno el senador socialista Carlos Montes, quien en las últimas semanas encabezó una dura crítica a la gestión del Ejecutivo.
Para el parlamentario, “debería haber un plan político 2017 que permitiera superar las tendencias negativas que hoy día existen”.
Presión a la DC
Como sea, los dichos de Bachelet sobre la necesidad de primarias y de que nadie llegue a la primera vuelta ponen presión a la DC, partido donde algunos han levantado la tesis contraria, la del "camino propio".
El sector más conservador de la DC es crítico de la Nueva Mayoría e impulsa reformular el bloque para reeditar una alianza similar a la Concertación, o una Nueva Mayoría 2.0, donde el partido pueda convivir de igual a igual con sus socios. Además, hay quienes empujan la idea de competir con un abanderado propio en las presidenciales, pero manteniendo un pacto para las elecciones legislativas.
"No nos sentimos aludidos por la referencia que hace la Presidenta, no hemos dicho que vamos a ir a una primera vuelta, sino que hemos planteado que se debe despersonalizar este debate", dijo el vicepresidente de la falange, Matías Walker, consultado sobre los dichos de la Mandataria.
La discusión se instala en la antesala de las elecciones internas de la DC, que se realizarán este domingo. Para algunos, un triunfo holgado de la actual timonel, la senadora Carolina Goic, reanimaría las voces que piden un candidato propio DC, quienes podrían levantar el nombre de la senadora.
