Hasta el Palacio de La Moneda llegó esta mañana en pleno la nueva directiva del Partido Socialista para reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet. Según detalló la timonel Isabel Allende, en el encuentro expresaron su "lealtad" a las reformas impulsadas por el gobierno.
A la salida del encuentro, la senadora Allende se refirió al rol de los partidos políticos, y en particular el PS, para pavimentar el camino la candidatura de Michelle Bachelet. Todo esto en medio de las indagatorias sobre el vínculo de Giorgio Martelli con la campaña y precampaña.
"Los partidos lo tenemos claro, si hay algo que hemos hecho los partidos, y está clarísimo en eso, es que ha sido que nosotros levantamos la candidatura de Michelle Bachelet mucho antes que ella tomara una decisión, porque era el anhelo que tenía el PS", reconoció la presidenta de partido.
Allende continuó señalando que "yo creo que el partido claramente participó (de una precampaña) y es cosa que miren los aéreos que nosotros pusimos", en alusión a las gigantografías que instaló el PS.
"Nosotros nos anticipamos, nosotros pedimos, nosotros queríamos a la Presidenta y fue responsabilidad nuestra. Nosotros como partido lo hicimos, claramente, lo asumimos plenamente y así se lo dijimos", agregó.
En medio de las acusaciones de precampaña, el gobierno señaló en un primer momento que Bachelet no autorizó ningún esquema de financiamiento previo a su decisión de ser candidata, la que dio a conocer el 28 de marzo de 2013 en un acto en El Bosque. Luego, reconoció que la existencia de precampañas es algo "habitual".
Por su parte, el ministro de Interior Jorge Burgos había señalado que “la Presidenta asumió su decisión de ser candidata, si mal no recuerdo, en marzo de 2013. Lo complicado es que en el período previo aparentemente algunas personas, usando el nombre de la Presidenta de la República, establecieron fórmulas recaudatorias, y esa es una cuestión que hoy está en sede judicial”
Respecto de la agenda de probidad, Allende enfatizó que "vamos a aprobar todas aquellas medidas que sean necesarias, dolorosas, pero necesarias, severas, para que efectivamente la probidad y la dignidad regrese a la política".
