En entrevista con La Tercera, el ministro del Interior Jorge Burgos habló sobre el manejo de los últimos eventos por parte del gobierno, donde aseguró que el impasse que hubo con el subsecretario Mahmud Aleuy sobre la manifestación de los camioneros afuera de La Moneda, era inevitable en un marco de un período relativamente corto de tiempo, pero que finalmente se actuó "correctamente, porque en estas decisiones nunca hay perfecciones ni caminos únicos".
Nuevamente, reiteró que por los errores nacidos a raíz de esta situación respondía él, pero aceptó que hay que hacer análisis sobre si fue o no una mala idea el evitar el paso de los manifestantes que se sabía eventualmente llegarían a la capital.
"Sí, se sabía, pero hubo que analizar momentos distintos. La mañana era compleja, porque había otras marchas autorizadas y teníamos que evitar el riesgo de que se cruzaran ambas marchas. Cuando ya no estuvo esa circunstancia, yo tomé una decisión distinta y creo que al final de los finales fue la mejor decisión", afirmó, asegurando que en este caso no hubo improvisación, pero que sí se debió haber actuado antes.
Aceptando que tomó la decisión de permitir que circulara frente a La Moneda un número más limitado de camiones, aclaró que él no tuvo que ver con la destitución del ex intendente Huenchumilla, sino que estuvo en manos de la Presidenta.
Acerca de su preponderancia como figura de gobierno, el ministro dijo: "Las cosas las hago porque creo que hay que hacerlas, nunca estoy pensando si ello me ayudará a demostrar que el empoderado soy yo ni que me ayudará en la próxima encuesta. Lo que digan los otros me da lo mismo, porque no tengo ninguna, pero ninguna aspiración política". "Los rumbos de los gobiernos los cambian los presidentes. Yo estoy acá porque la Presidenta me nombró y sé por qué lo hizo, porque me lo ha dicho y reiterado. Me nombró porque me tiene confianza y porque cree que mis características ayudan en el momento que vive el país", enfatizó.
Sobre las críticas de la Presidenta sobre los problemas de gestión, afirmó que ella hacía referencia a la implementación de políticas públicas. "Aunque probablemente hemos cometido muchos errores, tampoco debemos creer, como se ha instalado en este cierto ambiente de crispación, que todo se hace mal. Eso no es cierto", dijo, aceptado que "de repente puede haber elementos de improvisación o cambios de criterio y eso hay que terminarlo, porque hay que mejorar la gestión y porque nada improvisado termina siendo una buena gestión".
Acerca de si se ha improvisado en el modo de llevar a cabo el proyecto de gratuidad para la educación superior, el ministro estimó que no le corresponde ni tiene fundamentos para afirmar aquello, pero no tiene duda "de que la política de la gratuidad en régimen y en esta excepcionalidad en 2016 requiere de más claridad. En eso está trabajando la ministra en el sentido de tener un equipo consultivo de alto nivel", el cual estaría dirigido a lo que será la búsqueda de los elementos centrales de la política definitiva.
Ante la posibilidad de que la implementación de esta medida se postergue, Burgos alabó la "virtud" de la ministra Delpiano de "escuchar a todas las personas", pero afirmó que estimó que "sería muy presumido de mi parte estar sentando sentencia definitiva al respecto" al no ser un experto educacional.
Sobre la Reforma laboral, previsional, educacional, isapres, descentralización, aborto, constitucional, estimó que "el tiempo dirá si alguna debe ser puesta en momentos distintos de acuerdo a la perspectiva económica. Tengo la impresión, por ejemplo, aunque no me corresponde tomar la decisión, que la reforma previsional probablemente tendrá que esperar un tiempo más", agregando que "la económica es una razón bastante importante y la segunda es la forma y modo en que se proponga la reforma y eso todavía está en etapa de discusión".
