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Lavín a Santiago: las cuentas alegres del piñerismo

Lavín a Santiago: las cuentas alegres del piñerismo
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Retiro de Pérez de la carrera e ingreso del ex abanderado son bien vistos en el entorno del ex Presidente.

Fue un anuncio forzado. Una operación política manejada con cuidado pero que, a eso de las 14:30 horas de ayer, fue develada abruptamente por una de sus protagonistas: la ex ministra Cecilia Pérez. Fue alrededor de esa hora que la ex vocera del gobierno de Sebastián Piñera comunicó en Twitter que se retiraba de la encuesta que, en los próximos días, realizaría Chile Vamos para definir al candidato a alcalde por Santiago.

Originalmente, serían medidos los actuales concejales Felipe Alessandri (RN) y Carolina Lavín (UDI), además de la ex intendenta.

“He decidido no participar en la encuesta a través de la cual mi coalición definirá el candidato de ChileVamos a la alcaldía de Santiago”, publicó Pérez en la red social. Pero la noticia no quedó ahí, ya que un minuto más tarde agregó que “hoy Chile Vamos tiene dos grandes candidatos, mi amigo Joaquín Lavín y mi compañero de partido Felipe Alessandri”.

La revelación de la ex vocera sorprendió a varios en la oposición, pues hasta ese momento el presidente de la UDI, Hernán Larraín, no había informado de manera oficial a su par de RN, Cristián Monckeberg, ni al resto de los timoneles de los partidos de Chile Vamos.

Hasta ese momento, la idea de que fuera Joaquín Lavín el elegido para competir con Carolina Tohá por el sillón de Santiago –que el ex ministro ocupó entre 2000 y 2004- se estaba recién terminando de socializar: solo el lunes recién pasado la directiva de la UDI había recibido el “sí” definitivo por parte del ex abanderado, quien lo había consultado a su vez con su familia.

Las cuentas de Piñera

Fuentes de Chile Vamos aseguran que Sebastián Piñera se vio obligado a llamar a gente del sector para tomar distancia de la “forma” elegida por su ex vocera para anunciar tanto su bajada de Santiago, como el ingreso de Joaquín Lavín al puzzle municipal.

Sin embargo, para el ex Mandatario la renuncia de Pérez y la irrupción de su ex ministro de Educación no se trata de una mala noticia. Al revés.

Por un lado, sostienen diversas fuentes de la coalición, la candidatura de Cecilia Pérez (quien apostaría, comentan en la oposición, por volver a ser ministra en caso de un nuevo gobierno de Piñera) no garantizaba un triunfo en Santiago. Algunos incluso aseguran que se han realizado sondeos previos y que la actual alcaldesa se impone sobre la ex vocera.

La de Santiago será la disputa municipal emblemática entre el piñerismo y el bacheletismo. Ad portas de las presidenciales de 2017, en ambos sectores están conscientes de la tensión que genera la elección en esa comuna: no pocos recuerdan hoy el impacto que tuvo para la Alianza por Chile -de cara a las presidenciales del año siguiente- la derrota del entonces alcalde Pablo Zalaquett a manos de Tohá hace cuatro años.

En este sentido, desde la UDI aseguran que Lavín es una carta más competitiva que Pérez y que asumirá un discurso de campaña centrado en gestión y en enfrentar con mano dura los efectos de las marchas.

Para Piñera, además, es funcional un Lavín fortalecido internamente en la UDI: hace poco más de un mes el ex alcalde irrumpió en el debate interno de su partido respecto de levantar una figura presidencial propia, asegurando que “el candidato natural de la UDI es Piñera, lo demás es música”.

El efecto en la UDI

Cercanos a Lavín en la UDI también celebran la decisión del ex ministro. Lavín ha estado a cargo de las municipales en el gremialismo –tuvo un rol clave en la primarias- y ha recorrido el país buscando candidatos competitivos para una colectividad que se ha visto particularmente golpeada por los casos de financiamiento irregular de la política.

Según cercanos, así como tuvo que pedirles a varios que estuvieran “disponibles” para disputar tanto las primarias como para ser candidatos en octubre, habría asumido que también él debía estarlo.
Aunque algunos aseguran que fue iniciativa del ex abanderado, varios en la UDI sostienen que éste estaba reticente, que no quería asumir una nueva candidatura, pero que desde Apoquindo 3000 (sede de la fundación de Piñera y centro de operaciones de su equipo) lo terminaron convenciendo de que postulara.

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