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Juan Andrés Lagos: "La cercanía política y afectiva del PC con Guillier existe hace tiempo"

Juan Andrés Lagos: "La cercanía política y afectiva del PC con Guillier existe hace tiempo"
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El jefe de comunicaciones del comando mantiene amistad con el candidato presidencial desde los '70, cuando estudiaron periodismo en Antofagasta. El vínculo se estrechó con el tiempo, y más tarde trabajaron juntos en El Siglo, medio cercano al Partido Comunista.

Por Patricio De la Paz

Para despejarse de preocupaciones, Juan Andrés Lagos (63 años, comunista hace casi 40, actual miembro del Comité Central), tiene una receta: bikram yoga tres veces a la semana. Allí, a 40 grados celsius, siente cómo su cuerpo se elonga, cómo se equilibra internamente, cómo su mente se expande. Dice que era prejuicioso con este ejercicio, pero que después se dio cuenta de lo equivocado que estaba. “Es fantástico”, reconoce.

Sus obligaciones actuales lo obligaron a interrumpir esa rutina de sanidad. Más aún desde la semana pasada, cuando fue nombrado jefe de comunicaciones de la campaña de Alejandro Guillier. Hoy no tiene ni un minuto para relajarse a 40 grados. Hoy debe conformarse con moverse a temperatura ambiente, poniendo orden en un comando donde el abanderado, en términos mediáticos, ha estado más bien ausente. Mientras todavía resuenan las críticas por las nuevas incorporaciones al comando, Lagos habla de su nuevo desafío: las comunicaciones y la imagen de Guillier, a quien conoce desde los 70, cuando ambos estudiaban Periodismo en la Universidad del Norte, en Antofagasta.

-¿Son amigos con Guillier?

-Muy amigos.

Dice Lagos que cuando se conocieron, Guillier estudiaba Sociología y pertenecía a las Juventudes Socialistas. Él militaba en el MAPU. Luego Guillier se cambió a Periodismo, fueron compañeros y comenzó la amistad. El golpe los separó un rato. Lagos dice: “Me desaparecí del mundo y aparecí dos años después en Santiago. Terminé Periodismo en la Católica”. Empezó a trabajar en la Comisión Chilena de Derechos Humanos y en la revista Apsi. A los 25 años entró al PC y se convirtió en el nexo entre el partido y los medios. Un día, desde la revista Hoy, Ascanio Cavallo, que era periodista de política, le dijo que él partía y que en su lugar quedaba un viejo conocido de Lagos. Era Guillier.

“Siempre nos juntábamos. Le compartía información política y Alejandro también a mí. Cultivábamos la amistad en esos tiempos duros”, dice. Más tarde, Lagos se hizo cargo de El Siglo y entre sus colaboradores estaba Guillier, uno de los pocos que se atrevía a firmar con su nombre. Cuando en 2005 Lagos postuló sin éxito a diputado, Guillier grabó un video de apoyo. El entonces rostro de CHV se la jugaba por su amigo comunista.

-En enero usted fue el primer comunista que apoyó públicamente a Guillier, cuatro meses antes que lo hiciera su partido. ¿Una vuelta de mano?

-Fue lo que habría hecho en cualquier circunstancia frente a una situación de un amigo como él. Hablé con el presidente de mi partido, le dije: “lo voy a hacer, para mí sería impresentable no apoyar ahora a Alejandro”. Uno en la vida debe hacer los gestos a los amigos en los momentos que corresponde; y ése era el momento. Además,  Alejandro ya era un muy buen amigo del partido. Había ido a varias fiestas de los abrazos, iba a foros. La cercanía política y afectiva del partido con él existe hace tiempo.

Este caballerito Patricio Navia dice que el candidato es flojo. ¿Él dice eso desde qué estatus?, ¿ése es el nivel del debate que nos quieren instalar?
Juan Andrés Lagos

-¿El cargo en el comando se lo ofreció Guillier?

-Él y en particular Enrique Soler y Osvaldo Correa.

Superar el cahuín

-¿Fue una sorpresa ese ofrecimiento?

-Yo ya estaba colaborando con Alejandro. Era el nexo entre el partido y él.

-Parecido a lo que hizo en la campaña anterior de Bachelet.

-Claro. Ahí yo trabajaba con Rodrigo (Peñailillo), con la Jupi.

-Según el generalísimo del comando de Guillier, lo comunicacional ahora será clave. ¿Cómo reposicionar al candidato que ha estado invisible?

-En el país hay una hiperconcentración no sólo de la propiedad sino del espacio mediático. Hay familias, empresarios, transnacionales. Y la hiperconcentración es también una direccionalidad ideológica, política, cultural. En nuestro país no existe pluralismo.

Me gustaría participar en ese gobierno (de Guillier), pero no tengo ninguna aspiración
Juan Andrés Lagos

-¿Está diciendo que el candidato invisibilizado tiene que ver con esta característica de los medios más que con una decisión o mala decisión de su campaña?

-Una parte de por qué estuvo invisibilizado es porque esta hiperconcentración ha tratado de semantizar la campaña de Alejandro: que es una campaña que tiene puros problemas con sus partidos, puros problemas en las firmas, puros problemas porque el candidato no habla lo que esos medios esperan. Ese es un factor, pero no el único.

-¿Cuáles son los otros?

-Que nos concentramos en la recolección de firmas.

 -¿Eso fue un error a su juicio?

-No. Era necesario.

-Frente a ese escenario hegemónico que describe, ¿qué va a hacer la campaña?

-Alejandro es el candidato que más comunas ha visitado y nadie sabe. Más aún, este caballerito Patricio Navia dice que el candidato es flojo. ¿Él dice eso desde qué estatus?, ¿ése es el nivel del debate que nos quieren instalar? Alejandro se ha dedicado este tiempo a los diálogos ciudadanos. A los medios hipergrandes no les interesa.

si alguien me dice que la responsabilidad de esa crisis está en el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y no asume que hay un sector adentro que hace rato busca la desestabilización, el golpe, ojalá la injerencia; yo discrepo
Juan Andrés Lagos

 -Eso ya lo entendí. Le pregunto qué van a hacer ahora frente a eso, cuando el generalísimo ha pedido más proactividad comunicacional.

-Vamos a aceptar las condiciones del juego, que nos parecen que nos son adversas y afectan la pluralidad y la democracia, y vamos a tratar de entrar a esos espacios con las direccionalidades que nos interesan: debate de ideas, y no cuñitas que si Fidel Espinoza, que si Piñera, etc. Ahora, si un medio pregunta ¿candidato cómo se va a financiar?; perfecto, es válido. Nosotros no queremos obsecuencia, de verdad. Queremos que haya un equilibrio de lo que significa una competencia electoral.

 -¿Hay un mea culpa de lo que hizo la campaña hasta antes de la inscripción?

-Se produjo un cierto vacío, pues privilegiamos algo decisivo: conseguir las firmas. Todo el esfuerzo de la campaña se concentró en eso.

-Y no en contenidos

-Y no tanto en contenidos. Y no tanto en lo mediático. El papel de las compañeras y compañeros que trabajaron en esa etapa es notable. Les tocó complejo, porque los partidos levantan la candidatura de Alejandro y eso dejó tensiones en esos partidos. No era cuestión de un día para otro decirles: “Ya, listo, ahora todos con Guillier”.

-Desde el comando se pide una campaña que sea una agencia de noticias 24/7.

-Sí. Llenar con el máximo de insumo a los medios. Hablar de temas ciudadanos. Superar esta política de la cuñita, del cahuín.

-El presidente de la Cámara de Diputados dijo que las nuevas incorporaciones al comando eran patéticas.

-Un poquito fuerte la frase de Fidel Espinoza. Es el clima que hay que superar; estas declaraciones lo único que hacen es mostrar un sector peleador, que se daña a sí mismo.

-Hubo más voces que hablaron de que los nuevos integrantes eran inexpertos.

-Yo fui generalísimo de la campaña presidencial de Arrate en 2009. Antes estuve de coordinador de la campaña senatorial y la presidencial de Gladys Marín. Y fui nexo del partido con el comando de la presidenta Bachelet. Para mí, esto no es desconocido.

De 0 a 100

Juan Andrés Lagos es el tercero de los cuatro hijos de un matrimonio formado por un oficial de Carabineros y una asistente social. La madre era una DC comprometida. El padre era según su hijo “una persona de ideas democráticas”. El abuelo paterno, un albañil que llegó a ser jefe de obras, había sido un activo militante comunista.

La familia vivió en Santiago y en Arica, una ciudad que Lagos recuerda con fuerte presencia comunista a fines de los 60. Era el partido del alcalde y de los parlamentarios. Él, sin embargo, se inclinó a los 16 años por el MAPU, pues venía de un hogar católico y ése le pareció era el lugar de los cristianos progresistas. El golpe lo pilló en Antofagasta. “Para mí fue un impacto existencial. Viví pérdidas de compañeros y compañeras. El otro día con Alejandro nos acordábamos de eso”, dice.

En 1979 empezó a militar en el PC. Entró directo al partido. Sin pasar por las Juventudes Comunistas.

-Un comunista purista diría que su formación está incompleta sin las JJCC

-(Risas). Sí. De alguna manera se hace sentir eso en el partido. En la vida comunista hay como esa cultura, que yo no comparto para nada.

-El el comando de Bachelet, los tres comunistas que participaron directamente pasaron al gobierno, dos de ellos como ministros. ¿Le gustaría ser ministro de Guillier?

-Me gustaría participar en ese gobierno, pero no tengo ninguna aspiración.

-¿Y si el presidente se lo pidiera?

-Tendría que conversarlo con mi partido, verlo colectivamente. Pero no estoy en esto porque quiera ser ministro o subsecretario.

-Varios en la Nueva Mayoría han hablado de izquierdización de la campaña y de un monopolio comunista en las comunicaciones. Está usted, sigue Karol Cariola…

-Al PC no hay que evaluarlo sobre la base de los espacios de poder. Eso es mezquino y podría ser un disparo a los pies para quienes lo ven así, porque la presencia de los comunistas en la campaña y el comando de Alejandro es minoritaria comparada con otros partidos. Se trata de hacer esa visión de manera un poco antojadiza.

-Analistas dicen que a Guillier le gusta la disciplina del PC en medio de un entorno que es desordenado y que es una manera de contener al Frente Amplio. ¿Qué opina?

-En definiciones estratégicas y programáticas de la campaña, diría que el aporte del PC ha sido en el contexto de esta sintonía real que existe y que por qué la vamos a ocultar. Si eso es un problema para la derecha, gente que ve que los comunistas se van a comer las guaguas, lo van a estatizar todo, bueno… por favor discutamos ideas.

-Pero no es sólo la derecha. Hay fuego cruzado dentro de la Nueva Mayoría.

-Me gustaría que en unidad con los queridos amigos de los otros partidos de la Nueva Mayoría debatiéramos contenidos cuando sea necesario y en todo momento y a todo evento. Sé que hay comentarios.

-La sintonía del PC con el candidato parece perderse sobre Venezuela. Guillier dijo: “Es un régimen que ya no es democrático”.

-De 0 a 100, no coincidimos con el candidato en un 100. Hay cosas en que discrepamos. Tenemos ciertas diferencias, como en Venezuela. Nosotros decimos que en Venezuela hay una crisis política y no le restamos gravedad a esa crisis. Pero cuidado: si alguien me dice que la responsabilidad de esa crisis está en el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y no asume que hay un sector adentro que hace rato busca la desestabilización, el golpe, ojalá la injerencia; yo discrepo.

-Al menos le concederán al candidato que no ha usado la palabra dictadura.

-Hablar de dictadura en Venezuela en sus condiciones actuales es avalar los intentos golpistas al interior de ese país y lo que hizo Trump.

Lagos y Lagos

Juan Andrés Lagos (las dos hijas en el extranjero, un nieto en Cuba) fue asesor del ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo. De marzo a noviembre del 2014. Renunció pidiendo disculpas, luego de un exabrupto con garabato incluido contra el diputado José Antonio Kast. Todo luego de que el ex UDI le pidiera explicaciones por su rol y el del Partido Comunista en las crisis de la universidad ARCIS. Lagos había sido académico y presidente del directorio de esa institución, y por eso se transformó en la cara más visible del conflicto. Los políticos lo apuntaban. Los estudiantes y el sindicato de la universidad quemaban monos de papel con su nombre.

Incluso en esos días ajetreados corrió la información de que Lagos era asesor del Ministerio de Educación y desde esa tribuna se blindaba él y al PC en la crisis. “Nunca trabajé en ese ministerio. Eso salió en algunos medios. Fue muy sucio ese periodo. Me dieron una golpiza, me amenazaban de muerte. Un día me llegó una carta: “Comunista te vamos a degollar con la hoz y te vamos a romper la cabeza con el martillo”. Iba guardando todo en una carpetita, se la mostré a Rodrigo (Peñailillo)”.

Tras salir del ministerio, se dedicó al partido. Apoyó la campaña municipal de la Nueva Mayoría. Y a fines del 2016, junto a la cúpula del PC, se juntó con los posibles candidatos presidenciales. Incluido Ricardo Lagos, a quien había criticado duramente.

-Dijo de Lagos: “En su gobierno se consolidó la concentración económica. No fue un gobierno de reformas, no avanzó casi nada en desigualdad”.

-Mi visión de su gobierno sigue siendo ésa. Pero para ser franco, quiero decir que tuvimos una reunión con el ex presidente Lagos y me llamó positivamente la atención lo que planteó en reactivación económica y en política exterior. Planteó con fuerza evitar la injerencia norteamericana en la región.

-¿Se abuenó con Lagos?

-Más que abuenarme, encontré que planteó ideas tremendamente interesantes y progresistas. Ante una pregunta mía de derechos humanos, dijo que había sido engañado por la mesa de diálogo.

-¿Puertas abiertas entonces?

-Él puede ser un gran aporte a esta candidatura. De verdad podría serlo en todos los terrenos, política, programático, batalla electoral. Es lógico que se dé un acercamiento con él, yo desearía que se haga. 

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