La directiva UDI no recibió una, ni dos, sino varias solicitudes concretas del comando de Sebastián Piñera: “Háganse cargo de José Antonio Kast”, fue la frase que escucharon tanto la presidenta gremialista, Jacqueline van Rysselberghe, como el secretario general Pablo Terrazas y el diputado Ernesto Silva, los tres parte del equipo del abanderado.
Los reclamos venían siempre de representantes de RN como Cecilia Pérez, Mario Desbordes, Nicolás Monckeberg o Alberto Espina, durante las reuniones de coordinación con el equipo de Piñera.
Kast renunció a la UDI en mayo de 2016, y desde ese minuto comenzó a desplegar una campaña presidencial donde siempre buscó desafiar a la institucionalidad de Chile Vamos.
Y durante todos estos meses, ha centrado sus dardos contra el ex Presidente, poniendo en tela de juicio aspectos como su “credibilidad” y “confianza” en temas como los casos
Exalmar y Dominga, que tuvieron al ex Mandatario declarando ante la Fiscalía.
En esos casos, figuras del comando de Piñera fustigaron a la UDI en privado, por no criticar con “más fuerza” al diputado y sólo quedarse con frases “ambiguas” como recordar que el candidato del gremialismo es Piñera y no otro.
A inicios de octubre, Kast volvió a incomodar a Piñera con sus emplazamientos para que participara en los debates presidenciales, y además, ha complicado al comando con su llamado a votar por él en primera vuelta para que existan dos candidatos de derecha en un balotaje.
Con todo, tras las insistentes peticiones del comando a la UDI, los aludidos siempre rechazaron la opción de enfrentarse con él públicamente. A juicio de la mesa, esa alternativa hubiese generado que se victimizara y acusara persecución del sector. Y además, en el gremialismo saben que esa misma noche del 19 de noviembre, será beneficioso reabrir puentes para lograr su respaldo, en caso de que Piñera pase a la segunda vuelta.
