Bastante molestos terminaron en Croacia tras el partido inaugural del Mundial de Brasil 2014, precisamente frente al cuadro anfitrión. En el conjunto europeo creen que el desempeño del árbitro japonés, Yuichi Nishimura, influyó en el marcador y que, según el técnico Niko Kovac, "fue una vergüenza, si esto sigue así terminará como un circo".
Eso no es todo, pues el DT croata ironizó y dijo que "mejor nos rendimos y nos vamos a casa", agregando que "si esta es la forma de comenzar un Mundial será mejor que nos vayamos".
La jugada puntual que marcó el partido fue un penal que el asiático cobró a favor de la "verdeamarelha", sobre el cual Kovac sostuvo que "si eso fue penal, deberíamos jugar al baloncesto. El árbitro tenía unas reglas para Croacia y otras para Brasil. Fue una vergüenza. Dos mil millones de personas vieron que no fue penal".
El estratega afirmó que su equipo merecía al menos un empate y "si no hubieran beneficiado a Brasil lo hubiéramos conseguido".
Finalmente pidió a la FIFA "respeto", esperando "que las cosas mejoren". "Si alguien no tiene capacidad de arbitrar que no lo haga. El tercer gol llegó de una falta que nos hicieron", concluyó.
