Asombrados quedaron los vecinos de un barrio de la ciudad uruguaya de Melo, a 400 kilómetros de Montevideo, después de encontrar un extraño insecto parecido a una mosca y de largas patas delanteras que lo hacían medir impresionantes 30 centímetros de extremidad a extremidad.
El insecto fue encontrado en una zona de caballerizas, y los asustados residentes que lo vieron lo capturaron y fotografiaron.
Poco después, el diario uruguayo El País aclararía el origen de la extraña criatura.
Es un insecto tropical conocido y nativo del Sur de México. Lo extraño es que haya aparecido tan lejos, en un lugar de clima más frío.
El biólogo Carlos Priggioni dijo al medio que su aparición podría deberse al cambio climático, ya que se trata de una especie de escarabajo volador que habita en zonas de climas cálidos.
“(Su hallazgo) permite establecer claramente el cambio climático que está sufriendo este continente, transformándose en tropical, por abundante agua, sol entre las precipitaciones, humedad y temperaturas elevadas”, dijo Priggioni al medio.
Su nombre científico es acrocino longimanus y también se conoce como “guitarrero”, “aserrador arlequín” o “taladro grande”, este último nombre porque perfora troncos de árboles de caucho para depositar larvas.
Es un escarabajo tropical nativo de las América y habita especialmente desde el sur de México hasta el norte de Brasil.
Tiene un patrón de colores negro, rojo y amarillo verdoso en la cubierta de las alas. Los machos tienen largas patas delanteras que llegan a medir hasta dos veces el largo de su cuerpo.
Es un insecto de hábitos nocturnos y suele ser atraído por las luces de las casas durante la noche.
Al ser atrapado por las alas, el movimiento de su abdomen produce un ruido característico capaz de asustar a sus depredadores.
