Emmanuel (62 años) fue esculpiendo su inédito MTV Unplugged, "Con el alma desnuda" (editado por Universal y lanzado el 27 de octubre pasado), con delicadeza de artesano. Primero, eligió las canciones dentro de su extensa discografía; luego, con más de 20 temas en lista, comenzó a trabajar junto a su equipo en los arreglos de todas ellas; y, a medida que los experimentos no tomaban el camino esperado, fue desechando algunas y confirmando las restantes. "De pronto no sabes por dónde meterle la mano a algo, entonces, fuimos seleccionando cuáles iban quedando mejor o cuáles arrancaban mejor. Y una vez que se quedaron esas, empezamos a desarrollarlas", dice el artista en conversación con T13.cl.
De hecho, de las variaciones en los sencillos surgió otra complicación. Muchos pasajes del álbum cuentan con una rítmica diferente, "y en tu cabeza siempre está la canción como la venías cantando desde hace mucho tiempo y transformarla en tu cabeza, que te acuerdes de todos esos cambios, no es nada fácil", añade el cantante.
Y el resultado final fue una exhibición de exotismo y seducción, en una historia que viene cultivando desde hace ya cuatro décadas, hablándole al hombre atormentado y a la mujer resuelta a través de una interpretación que pasa de la vanidad a la angustia sin escalas. Y esa postal desenchufada será parte del espectáculo que lo trae de regreso a nuestro país, el 18 de noviembre en Gran Arena Monticello.
"Ahora llevo a Chile una especie de mixtura de todo. Antes de este unplugged hice un acústico, entonces traigo cosas de ese acústico, traigo cosas del unplugged y cosas que no están en ninguno de los dos. Cuando empezó 'The Hits tour' comenzaba a cocinarse el MTV Unplugged. Todo ese tiempo de trabajo es lo que llevamos para allá", asegura Emmanuel.
Porque este período en su carrera ha estado determinado por la experiencia en vivo, pero también por la apertura de sus territorios. El tracklist de "Con el alma desnuda" incluye a sus amigos de toda la vida como Ana Torroja o Mijares y, en contraparte, duetos con nombres actuales como su hijo Alexander Acha, la banda mexicana Kinky y el músico urbano Nacho (ex Chino & Nacho), manifestando cierto coqueteo hacia los nuevos públicos, esos que escucharon sus clásicos por tradición familiar o por el malentendido caris kitch de la canción romántica en español de los años 80.
"A la fuerza te acercas, porque al traer un grupo o una persona que está dentro del mercado, ese mercado te escucha —aunque no quiere decir que te vaya a aceptar—. Ya dentro de mi carrera esto está ocurriendo desde hace un tiempo, desde el disco 'Sentirme vivo' (1999), el ganar-ganar-ganar gente joven ha sido una constante. Ahora, con esto entras a otro universo musical y es padrísimo lo que está ocurriendo", dice el cantante, que también apunta a la universalidad de sus hits.
"Acabo de estar en Pa'l Norte (un festival con sede en Monterrey, en el que compartió con artistas tan opuestos como The Killers, The Offspring o Maná) y realmente fue una locura, fue increíble, vino todo el mundo a cantar. Y es que hay canciones que son transgeneracionales, 'La chica de humo' es una canción que puede estar en todos lados, 'Sentirme vivo' también, 'Toda la vida' también. La gente me decía 'estás loco, ¿cómo vas a ir a ese festival?', y es música, les decía yo. Fue muy padre", añade Emmanuel.
—¿Cómo definiría su actual momento personal?
"Yo me siento muy pleno, satisfecho, con muchas ilusiones al mismo tiempo, de cantar, de darle alegría a la gente, a los tuyos, la ilusión de vivir, porque la esperanza de que todas las cosas puedan salir mejor es un fuerte. Efectivamente, me siento con mucha vida, ilusión y salud. Así que fenomenal", cierra el cantante.
