"A veces trabajo tanto en mi bienestar emocional, que se me olvida que soy bipolar, pero otros días me encuentro tan mal, que tengo que relajarme, llamar a la gente que me ayuda y hablar con mi terapeuta".
Esas fueron parte de las palabras con las que Demi Lovato intervino en la conferencia Social Good Summit, a la que fue invitada para contar, entre otras cosas, cómo enfrenta su trastorno bipolar diagnosticado hace cinco años.
"Tengo que tomar mi medicación todos los días, y en algunos de ellos lo único que se me pasa por la cabeza es volver a beber", aseguró, aunque también reclacó que "afortunadamente la mayor parte del tiempo no pienso en ello y, en general, esa es la belleza de la vida, que hay que centrarse en cada día como si fuera el último".
Estas situaciones, por ejemplo, la tuvieron internada en un centro de rehabilitación para luchar contra su adicción al alcohol. Hoy lleva cuatro años sin beber.
"(Durante mis años como estrella juvenil) Vivía en un mundo muy cómodo en el que estaba acostumbrada a que la gente me dijera que sí a todo, que me permitiera hacer lo que quisiera en todo momento por el estatus profesional que tenía. Cuando estuve ingresada, por primera vez alguien me dijo 'no', él me dijo 'no'. Y así es como me di cuenta de que por fin había encontrado a alguien que de verdad se preocupaba por mí", recordó la mujer de "Cool for the summer".
Por eso, aprovechó de agradecer la invitación, por fomentar el debate en torno a la salud mental.
