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Se acabó "El Niño Godzilla": ahora viene "La Niña"

Se acabó "El Niño Godzilla": ahora viene "La Niña"
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Su fenómeno contraparte, que se extenderá por pocos meses, se caracteriza por temperaturas marinas inusualmente frías en la zona ecuatorial del océano Pacífico.

El fenómeno atmosférico de El Niño,  apodado “Niño Godzilla” por la NASA, concluyó ayer miércoles según el reporte mensual de  la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

El Niño afectó durante 15 meses a la Tierra, calentando las aguas del Pacífico a la altura del Ecuador y generando cambios climáticos a escala planetaria.

 “No queda nada (…) Se acabó”, aseguró Mike Halpert, subdirector del Centro de Predicciones Climáticas de la NOAA, al confirmar su muerte hasta su próxima formación dentro de cinco o siete años.

Clima feroz

El fenómeno de este año causó sequías África e India -con consecuentes daños de cultivos e incendios forestales-, olas de calor, incremento de lluvias e inundaciones  en Sudamérica y una temporada de huracanes récord en el Pacífico y un año de calentamiento global inédito.

“El Niño Godzilla”, como lo bautizó la NASA, se anotó entre los tres mayores registrados, después de los ocurridos en los años 1997-1998 y de 1982-1983.

Sin embargo, en algunas áreas del Pacífico el calentamiento de las aguas fue mayor en el de 1997-98, y dañando o matado  los arrecifes coralinos del planeta que tardarán décadas en recuperarse”, dijo Kim Cobb, especialista de ciencias climatológicas en la Universidad Georgia Tech, en un reporte de la agencia AP.

De hecho, un tercio de los corales de la gran barrera australiana se ha decolorado debido a la mayor temperatura y la acidificación del océano Pacífico.

La decoloración de los arrecifes por El Niño

Ahora viene La Niña

Ahora la Tierra está en la fase neutral del ciclo de El Niño, que incluye la llegada La Niña.

La Niña, menos perjudicial que su contraparte, se caracteriza por temperaturas marinas inusualmente frías en la zona ecuatorial del Océano Pacífico.

Su intensidad es impredecible, y en sus años más severos ha causado inundaciones y sequías y temporadas de huracanes por encima del promedio en el Océano Atlántico.

Para este año la NOAA pronostica 50% probabilidades de La Niña concluya para el final del verano boreal y 75% de probabilidades para finales del otoño.