La limpieza para los gatos es clave. Los felinos dedican gran parte del tiempo para acicalarse, sin embargo, para algunas razas de pelo largo, como los persas, no es suficiente. Por esta razón, los expertos recomiendan la ducha.
“Para poder bañarlos es necesario acostumbrarlos desde pequeños, de esa forma pueden llegar a disfrutar mucho ese momento. Por el contrario, si se empiezan a bañar desde adultos, pueden asustarse mucho e incluso llegar a agredir a sus dueños”, dice la médico veterinario Cecilia Bravo.
Según comenta la especialista en felinos, lo ideal es ducharlo según “necesidad”, pero no más de una o dos veces al mes.
“Hoy en día, existe un gran mercado de productos dedicados al cuidado del pelo del gato, por lo que hay que preferir un shampoo para gatos. Si el pelo es largo y abundante, se pueden usar bálsamos para facilitar su posterior cepillado”, agrega la profesional.
La veterinaria destaca que es sumamente necesario el secado de pelo, porque de “lo contrario pueden pasar muchas horas mojado o húmedo, y generar condiciones para que se desarrolle un complejo respiratorio felino o resfrío de los gatos”.
El animal, en el momento de la ducha, se debe sentir cómodo para evitar el estrés. Lo recomendado es cortarle las uñas antes del proceso; lavarlo en un lugar donde esté habituado; que la temperatura del agua sea tibia y cuidar que ésta no caiga en los oídos. Además, hay que acariciarlo en todo momento y entregarle alguna recompensa tras la ducha.
