Eva Gómez fue la figura femenina que Chilevisión quiso poner al mando del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar una vez que se adjudicó el certamen, y es así como la española estuvo tres años animando el gran evento musical, entre 2011 y 2013, junto a Rafael Araneda.
“Tengo súper buenos recuerdos, de lo personal a lo laboral. En los tres festivales que hice me sentí muy querida por el público. Me acuerdo que la gente me paraba en la calle y hasta me daban regalos... una vez una señora me regaló un rosario”, cuenta Gómez a T13.cl, agregando que “eso fue demasiado bonito, al igual que tener a toda mi familia reunida acá en Chile”.
¿Y qué anécdotas recuerda de su paso por el Festival de Viña del Mar? La ex figura de “El diario de Eva” responde que “la segunda noche del primer año no alcancé a abrocharme un zapato, el del lado derecho, entonces toda la primera parte la hice así”, poniendo énfasis en que “no me podía mover mucho en el escenario y cuando nos piden el beso con el ´Rafa´, yo jugué diciéndole ´acércate tú, ven para acá´, pero era porque no me podía mover, si lo hacía, me podía caer por el zapato desabrochado”.
Otro de los recuerd
En tanto, de Viña 2013 también rememora la actuación de Bastián Paz. “Todos queríamos que él cumpliera su sueño lo mejor posible, y hubo algunos problemas con su rutina antes de ésta, entonces estábamos preocupados por él, pero cuando lo vimos en el escenario, con ese bienestar y esa calma, a mí me dejó con la boca abierta”, destaca el rostro de Chilevisión.
Y dentro de los recuerdos del festival, Eva Gómez tiene uno muy especial. “Yo tenía una especie de altar en mi camarín, con la imagen de mi papá, que ya no está con nosotros, sino que en el cielo, y de mi mamá, además de todos los santitos que me iban regalando, y antes de empezar cada noche, todo el mundo sabía que me tenían que dejar sola para yo encomendarme a ellos. Era un minuto de introspección en donde les pedía por mí y que fuera lo mejor”, detalla la ex conductora de Viña.
Y así como vivió muchos momentos emocionantes, también hubo algunos complejos. De estos últimos, ella recuerda la salida de Sting del escenario, en 2011, “teníamos que despedirlo y era complicado, porque la gente quería más y más. Yo creo que por primera vez me sentí así, antes de volver al escenario para despedirlo, y ahí tuve que decirle a la gente que había que presentar a más artistas y tener respeto por ellos. Hubo una cosa compleja, pero siento que lo logramos bien y el público entendió”.
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