El destacado periodista y analista internacional, Álvaro Vargas Llosa, conversó con Iván Valenzuela y Ascanio Cavallo en "Mesa Central" sobre cómo he visto Chile en el mundo, especialmente por el resto de América Latina.
"Se empieza a hablar de Chile afuera y es algo no menor. La idea de que Chile pasara por una etapa de bienestar significó su desaparición de la preocupación internacional. No interesaba y era una buena noticia. Ahora todo cambió y Chile está siempre en la discusión, en la agenda", comenzó.
En esta línea, explicó que Chile "está emitiendo una insatisfacción consigo mismo" la cual no era enviada hace tiempo.
"De pronto, Chile decidió disgustarse consigo mismo. Antes estaba entre los complacientes y hoy está entre los crispados (…) Chile ha vuelto al vecindario. No hay país que haya avanzado de manera significativa en su desarrollo que en un momento dado no se vea confrontado con esta situación", explicó.
Política interna
Para Vargas Llosa, "la sensación que hay es que en Chile, la sociedad civil está dos pasos por delante de sus lideres y eso no debiera ser así".
"En el momento en que se produce este ensayo de reformas que ha provocado tanta polarización, la sensación es que la calle le está dictando la agenda a la centro izquierda y no al revés. Luego, cuando se frena y modela con el cambio de gabinete, se da por una mayoría silenciosa que le impone freno al Gobierno", explicó.
"Los líderes no están liderando, están siendo liderados", prosiguió.
En este sentido, indicó que "o se produce una renovación de liderazgo dentro de los cauces institucionales o ocurre lo que resultaba impensado antes: Surgimiento de outsiders y el debilitamiento de los partidos políticos".
Demanda Boliviana
Otro tema de interés abordado por el analista peruano radicado en Washington D.C. es la demanda en La Haya de Bolivia contra Chile.
"Esta noción de derecho expetaticio es muy gaseoso, poco sólido, con poca base jurídica para un fallo adverso contra Chile", analizó.
Añadió que el presidente de Bolivia, Evo Morales, se está jugando más una carta político-diplomática que una judicial y que "es un gran pretexto para una ofensiva de tipo mediático y eso le funciona bien".
Concluyó que para Chile "es riesgoso entrar a ese dime y direte con Evo Morales".
