
Los daños y dificultades que enfrenta la zona norte por causa del terremoto motivaron una reunión entre la presidenta Michelle Bachelet y parte de su gabinete y subsecretarios.
La mandataria les pidió celeridad para enfrentar la emergencia, la que podría retrasar en parte la implementación de medidas dentro del plazo de 100 días, tal como lo había prometido.