El parlamento británico acaba de publicar más de 200 páginas de correos confidenciales intercambiados entre el fundador y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, y sus principales subordinados. Y son lectura incómoda para el gigante de las redes sociales.

La correspondencia sugiere, por ejemplo, que Facebook actuó deliberadamente para tratar de evitar que sus usuarios se enteraran de que una actualización de su aplicación Android le permitía llevar un registro de sus mensajes de texto y llamadas, dificultando deliberadamente la comprensión de los ajustes de seguridad.

Y, según los parlamentarios, los correos además demuestran que la red social selló acuerdos secretos para permitir que ciertos desarrolladores "amigos" siguieran accediendo a información sobre sus usuarios después de los cambios en materia de privacidad que siguieron al escándalo de Cambridge Analytica.

"Eso puede ser bueno para el mundo, pero no para nosotros", escribió también Zuckerberg, en 2012, en referencia a la posibilidad de que se desarrollaran aplicaciones que emplearan datos de los usuarios de Facebook y sus amigos pero no compartieran información de regreso.

Y los correos también parecen indicar que la compañía llegó a considerar la posibilidad de cobrarle a los desarrolladores por acceder a información sobre sus usuarios, con Zuckerberg llegando a sugerir que la red podía concebirse como un banco que maneja información personal en lugar de dinero.

La correspondencia, que incluye numerosos correos marcados como "confidenciales", le fue facilitada a un comité parlamentario británico por el director de Six4Three, una empresa de software que está demandando a Facebook.

Y la red social advirtió que los intercambios habían sido presentados de manera "engañosa" y acusando a Six4Three de haber omitido "contexto importante".

Pero para el presidente del comité parlamentario británico que publicó los correos, Damian Collins, la publicación de los documentos se justifica por su "considerable interés público".

"Plantean preguntas importantes sobre cómo Facebook trata los datos de sus usuarios, sus políticas para trabajar con los desarrolladores de aplicaciones y cómo ejercen su posición dominante en el mercado de las redes sociales", escribió el parlamentario en Twitter.

¿Qué dice Facebook?

La red social, que se había opuesto a la publicación de los correos, reaccionó atacando a Six4Three y defendiendo su decisión de 2015 de limitar el acceso a información de ciertos desarrolladores.

"Como cualquier negocio, hemos tenido muchas discusiones internas acerca de las diferentes formas con las que podríamos desarrollar un modelo de negocio sostenible para nuestra plataforma. Pero los hechos son claros: nunca hemos vendido información personal", aseguró una vocera de la empresa.

Y en su página personal Zuckerberg también publicó una respuesta en la que trató de ofrecer más "contexto".

"Entiendo que haya mucho escrutinio de cómo manejamos nuestros sistemas. Esto es saludable dado el vasto número de personas que utilizan nuestros servicios en todo el mundo y está bien que nos pidan constantemente que expliquemos nuestras acciones", escribió.

"Pero también es importante que la cobertura de lo que hacemos -incluyendo la explicación de estos documentos internos- no tergiverse nuestras acciones o motivos", pidió el fundador de Facebook.

Según Zuckerberg, la decisión de limitar el acceso a información de los desarrolladores de aplicaciones tuvo como objetivo prevenir "aplicaciones abusivas", como la que le vendió información personal a Cambridge Analytica.

Y uno de los resultados fue que, según agregó en su escrito: "Algunos de los desarrolladores que vieron cómo sus aplicaciones dudosas fueron expulsadas de nuestra plataforma nos demandaron para que revirtiéramos los cambios y les diéramos más acceso a información personal".

Zuckerberg también reconoció que la empresa en su momento discutió diferentes formas de monetizar su inmensa popularidad, incluyendo la posibilidad de cobrarles a los desarrolladores por el uso de su plataforma, "de forma parecida a como los desarrolladores pagan por usar el Amazon AWS o Google Cloud".

"Para ser claro, eso no es lo mismo que vender información personal. Nunca hemos vendido información de nadie", insistió sin embargo el director de Facebook.

Las tácticas de Facebook

En su nota introductoria a los documentos publicados, sin embargo, Damian Collins destacó el hecho de que los ejecutivos de Facebook habían dedicado mucho tiempo a discutir el valor financiero de permitir acceso a la información de terceros.

Y según el parlamentario, Facebook también utilizó información proporcionada por la firma israelí Onavo para determinar qué aplicaciones móviles estaban siendo más instaladas y usadas por el público y usó ese conocimiento para decidir cuáles tratar de comprar o, en su defecto, cuáles tratar como una amenaza.

Collins destacó además el hecho de que la red social permitió que algunas compañías siguieran teniendo "acceso completo" a la información de los amigos de sus usuarios, incluso después de que la empresa anunciara públicamente restricciones en ese sentido.

"No está claro si los usuarios dieron su consentimiento, ni cómo Facebook decidió qué compañías merecían estar en su lista blanca", dijo.

Por lo pronto, entre las compañías beneficiadas están Netflix, Airbnb y Lyft, así como los servicio de citas en línea Badoo y Bumble, en el que Facebook tiene acciones.

Pero la posibilidad parece haberle sido negada al servicio de venta de entradas Ticketmaster y la plataforma de microvideos de Twitter Vine, entre otros.

Y, en ese último caso, Facebook parece haber actuado simplemente para afectar a un competidor, según se desprende de uno de los correos publicados.

"Twitter lanzó hoy Vine, que permite filmar múltiples segmentos de video para hacer un único video de seis segundos... Si nadie tiene objeciones, vamos a bloquear su acceso a la información de amigos hoy mismo", escribió en su momento Justin Osofsky, el vicepresidente de Facebook.

¿La respuesta de Mark Zuckerberg? "Sip, hazlo".

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