La reina Rania de Jordania se unió este viernes a las miles de personas que marcharon por las calles de Ammán para condenar la ejecución del piloto Maaz al Kasasbeh por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Tras la oración semanal del viernes, los manifestantes se reunieron delante de la mezquita Al Huseini, en el centro de la ciudad para protestar portando banderas jordanas y fotos del piloto capturado en diciembre por el EI después de que su avión se estrellara en Siria.
"Todos somos Maaz", "Todos somos Jordania", "Sí, al castigo, Sí a la erradicación del terrorismo", afirmaban las pancartas. La reina Rania, vestida de negro, marchó portando el pañuelo tradicional jordano blanco y rojo.
La reina, una de las figuras más populares de Medio Oriente, había lanzado en noviembre un llamado al mundo árabe para que los países de esta órbita no dejen el campo libre a los yihadistas, que envían una imagen negativa de Medio Oriente y del islam.
"Estamos acá para expresar nuestra cólera tras la muerte de nuestro heroico piloto. Todos somos soldados al servicio de nuestro comandante y estamos listos para combatir", dijo a France Presse Yussef al Sud, un ciudadano de 40 años.
La atrocidad de la ejecución de piloto, que fue quemado vivo dentro de una jaula, ha llevado a los ciudadanos del país a apoyar a su gobierno, dando una mayor legitimidad popular a la participación del reino en la coalición internacional que combate a los yihadistas.
