Kevin Silva, de 15 años, se convirtió en un símbolo en Chile hace un año, cuando le fueron amputadas sus dos piernas luego de ser atropellado por un hombre que conducía borracho el mismo día que esperaba un autobús para ir a correr la maratón de Santiago.
Pero este lunes el que parecía un sueño se volvió realidad, ya que un programa de televisión llevó a cabo una campaña que logró reunir el dinero para adquirir las piernas artificiales de última generación que Kevin necesita y que están dotadas de un microchip.
Fue gracias a las donaciones de la empresa alemana que fabrica dichas piezas (Otto Beck), de Movicenter y de una persona anónima, que se logró reunir todo el dinero. "Voy a poder caminar más seguro, mi caminata va a ser mejor y los bastones se van. Voy a poder bajar escaleras de corrido y hasta puedo trotar", dijo el joven.
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