El 12 de octubre se estrenó en Estados Unidos la quinta temporada de The Walking Dead batiendo un récord de audiencia: 17,3 millones de espectadores miraron en el televisor las aventuras de Rick Grimes y compañía, superando por más de un millón de televidentes lo conseguido en el inicio de la cuarta entrega.
Con esos números, logró transformarse en la serie transmitida por un canal de cable más vista de la historia, superando los 11,9 millones del final de “Los Soprano” (HBO) y los 10,6 millones del desenlace del también drama de HBO “Sex and the City”.
A pesar de esas cifras, no ha tenido tanta pleitesía por parte de los premios especializados en TV, como sí lo tuviera su compañero de la misma cadena AMC, Breaking Bad. ¿Cómo se explica este fenómeno?
El creador del sitio español dedicado a series, dehparadox.es, apunta a que la serie no termina de explotar. “No son valientes a la hora de mostrar la crudeza. Y no me refiero a mostrar gore y sangre, sino a lo peor del ser humano, que es lo que suele salir a frote en situaciones como las que se ven y la serie no sabe plasmar”.
A diferencia de Game of Thrones, drama que combina la potencia de su historia con escenas fuertes, TWD sólo ha logrado cinco nominaciones a los Premios Emmy, todas en categorías técnicas. En los Globos de Oro fue nominada a mejor serie de drama en el 2010. El resto, apariciones en competencias de menor envergadura. Contando todos los premios, ha sido nominada 61 veces ganando 18. La serie de HBO tiene sólo en los Emmy 42 nominaciones.
“Desde el punto de vista actoral puede ser que el espiral de negatividad y desolación a la que están expuestos la gran mayoría los personajes de la serie no ofrezca lo necesario para convencer a los encargados de repartir grandes galardones. Viven en lo mismo y su acoplamiento no los hace distinguirse”, analiza Jonathan Navarro, periodista de puroseries.com.
Por el estilo de su historia, apunta que es la audiencia el principal premio de todos. “El que temporada a temporada crezca como un fenómeno televisivo debe ser su principal orgullo”.
