Fordow, Natanz e Isfahán bajo fuego: Qué se sabe y cómo son las plantas nucleares de Irán bombardeadas por EEUU



El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán.
El anuncio fue realizado mediante su red Truth Social, donde detalló que “todos los aviones regresan sanos y salvos a casa” y que la operación incluyó “una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow”.

EE.UU ataca instalaciones nucleares en Irán: Trump confirma bombardeo "exitoso" sobre Fordow, Natanz e Isfahán
Trump calificó la ofensiva como un “éxito total” y anticipó que este sábado por la noche dará un discurso a la Nación desde la Casa Blanca.
“Este es un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo. Irán debe ahora aceptar poner fin a esta guerra”, escribió.
Fordow: el búnker que desafía las bombas
Fordow es una de las instalaciones nucleares más críticas de Irán.
Ubicada cerca de la ciudad de Qom, a unos 95 kilómetros al suroeste de Teherán, está construida bajo una montaña, con una profundidad de aproximadamente 80 metros, lo que la hace altamente resistente a ataques aéreos convencionales.
El complejo comenzó a construirse en secreto en 2006 y recién fue revelado por Irán en 2009. Desde entonces, ha sido un punto central de controversia internacional.
Si bien durante el acuerdo nuclear de 2015 Irán accedió a suspender el enriquecimiento de uranio en Fordow, en 2019 revirtió ese compromiso e inyectó nuevamente gas de uranio en sus centrifugadoras.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el sitio ha llegado a enriquecer uranio al 60% de pureza, un nivel cercano al grado armamentístico.
Durante una inspección en 2023, se detectó que Irán había hecho cambios en el diseño sin notificarlos, lo que violaba sus compromisos de supervisión internacional.
Capacidad de defensa y amenazas
Fordow fue concebida no solo para enriquecimiento nuclear, sino también como una instalación defensiva. Está protegida por sistemas de misiles tierra-aire y estructuras reforzadas.
Según lo da a conocer Reuters, solo una bomba de gran poder destructivo, como la estadounidense GBU-57, podría dañar seriamente su estructura subterránea. Es precisamente ese tipo de armamento el que se presume fue utilizado en el ataque de esta jornada.
Natanz, otra de las instalaciones afectadas, ya ha sido objetivo de múltiples operaciones encubiertas y ciberataques en el pasado, incluyendo el virus Stuxnet, presuntamente desarrollado por EE.UU. e Israel.
Isfahán, por su parte, es un centro clave en el ciclo de producción de combustible nuclear iraní.