Bloomberg
El índice de precios al consumidor de referencia de Brasil registró una deflación mensual por primera vez en más de una década al tiempo que la demanda no logra recuperarse tras la peor recesión registrada en la nación.
El índice IPCA cayó un 0,23 por ciento en junio luego de aumentar un 0,31 por ciento en mayo, según la agencia nacional de estadísticas de Brasil. La cifra se ubicó por debajo de la caída del 0,19 por ciento pronosticada por economistas encuestados por Bloomberg. Los precios al consumidor subieron un 3 por ciento en los 12 meses a junio, la tasa de inflación anual más baja de Brasil en una década y en el piso del rango objetivo del banco central.
Las bajas expectativas de los precios al consumidor, resultado de una demanda aún tibia, han permitido al gobierno rebajar la meta oficial de inflación para los próximos años y al banco central reducir los costos de endeudamiento. La confianza del consumidor ha dejado de aumentar pese a que la economía ha salido de la recesión en tanto un nuevo escándalo político amenaza con destituir al presidente.
Los precios de los alimentos y bebidas, que representan alrededor de una cuarta parte del índice, cayeron un 0,5 por ciento en el mes. Los precios de las viviendas retrocedieron un 0,77 por ciento debido a menores facturas de electricidad, que tuvieron el mayor impacto deflacionario en el mes. Los costos del transporte disminuyeron 0,52 por ciento debido a los precios más bajos del combustible.
Las tasas de swap de los contratos que vencen en enero de 2019 cayeron temprano, una señal de que el mercado espera que el banco central pueda bajar aún más las tasas de interés. El banco ha reducido la tasa Selic en 1 punto porcentual en dos reuniones consecutivas de política monetaria.
"Los datos refuerzan mantener el ritmo de 1 punto porcentual; las circunstancias están dejando espacio para eso", dijo Leonardo Costa, economista de Rosenberg Consultores Associados. Costa señaló que los datos lo llevaron a reducir su perspectiva de inflación a fin de año al 3 por ciento, desde el 3,5 por ciento previo.
Las expectativas de inflación de los economistas para 2017 han estado cayendo durante todo el año y ahora se sitúan más de un punto porcentual por debajo del objetivo del 4,5 por ciento del banco central. Este objetivo se reducirá al 4,25 por ciento en 2019 y al 4 por ciento en 2020. La inflación al consumidor medida por el IPCA ha sido inferior o igual a las estimaciones de los economistas en cada uno de los últimos 11 meses.
"La inflación ha estado sorprendiendo a todos en el lado negativo, incluyendo a nosotros mismos, y eso se debe en gran medida a que la economía tiene una gran brecha de producción y recursos de reserva", dijo Edward Glossop, un economista de mercados emergentes con sede en Londres en Capital Economics Ltd. "Es un hecho que hemos tenido una fuerte recesión, pero Brasil ahora está en un buen lugar para recuperarse".
