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Municipales 2016: A qué hay que estar atentos

Municipales 2016: A qué hay que estar atentos
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La participación electoral, el resultado general y las batallas en comunas emblemáticas marcarán el destino de las coaliciones y de las cartas a la presidencial 2017.

Abstención

Las elecciones de 2012 marcaron el debut en Chile del sistema de inscripción automática y voto voluntario. Si bien es normal que en sistemas democráticos sin voto obligatorio la participación bordee el 50% es normal (54% en Estados Unidos en 2012 o el 53% de Colombia en 2014), el estreno de la voluntariedad en el país fue poco auspicioso, con solo un 43% de participación.

Al año siguiente, en las parlamentarias y presidencial que significó el regreso de Michelle Bachelet a La Moneda, la primera vuelta logró movilizar al 49,3% de los votantes, en tanto que la segunda vuelta la participación disminuyó al 42% (votó casi un millón menos de personas en el balotaje).

Este escenario generó un amplio debate en torno a la posibilidad de reponer el voto obligatorio en Chile.

Para esta jornada, el fantasma de la abstención electoral es la gran duda de la clase política. El descrédito de instituciones como los partidos y el Congreso, sumado a los conflictos vividos en torno al cambio involuntario de domicilio electoral de 463 mil personas, son los factores que han hecho que los pronósticos de los expertos apunten a que se registrará una abstención histórica este 23 de octubre.

En concreto, la referencia para esta jornada la marcan los 5.790.617 votos emitidos (sumando válidos, nulos y blancos) en 2012. Es la cantidad de gente por debajo o por sobre esa cifra la que marcará la jornada, más que el porcentaje de participación, debido a dos factores: la distorsión que implica el error en el padrón electoral (tanto los cambios de domicilio, como los chilenos en el extranjero que no pueden votar en las municipales) y el hecho de que la población habilitada para votar creció en casi 700 mil personas desde esa fecha, que hizo crecer el padrón actual a 14.121.316.

¿Quién gana y quién pierde?

Son cuatro los criterios que se consideran para determinar (tanto por pacto, como por partidos) a los ganadores y perdedores de esta jornada: número de alcaldes electos, cantidad de votos en elección de alcaldes, número de concejales electos y cantidad de votos en elección de concejales. A estos se suma otro factor: la cantidad de población que es “gobernada” por cada coalición política.

Históricamente, la Concertación/Nueva Mayoría se ha erigido como triunfadora con un 4-0 en los criterios tradicionales por sobre la Alianza/Chile Vamos, salvo en la elección municipal de 2008, cuando la centroderecha logró imponerse en cantidad de votos de alcaldes: las dos listas de la Concertación (Democrática y Progresista) sumaron 2.445.509 votos, contra los 2.586.754 de la Alianza.

En 2012, también fue 4-0 a favor de la Nueva Mayoría por sobre Chile Vamos. Hace cuatro años el oficialismo sumó 2.385.178 votos y eligió 167 alcaldes, mientras que Chile Vamos alcanzó 2.079.854 votos y eligió 121 alcaldes. En la elección de concejales, el oficialismo se impuso con 2.633.677 votos y 1.168 concejales, contra 1.755.057 votos de la oposición y sus 832 concejales.

Guía práctica para participar en las elecciones municipales 2016

Batallas emblemáticas

Son 345 comunas en las que se eligen alcaldes y concejales. Sin embargo, hay un puñado de disputas que concentrarán la atención de manera particular.

Santiago ha sido históricamente considerada la madre de todas las batallas municipales. La tribuna que tiene esa municipalidad la convierte en un plato apetecido para todas las coaliciones políticas. Hace cuatro años la Nueva Mayoría celebró con todo el triunfo de Carolina Tohá (PPD) por sobre el entonces alcalde Pablo Zalaquett (UDI) y en esta elección el oficialismo a puesto sus fichas para la reelección de la ex vocera de gobierno, quien enfrenta al concejal Felipe Alessandri, una de las apuestas de Sebastián Piñera en esta jornada.

En Providencia, hace cuatro años, se registró un fenómeno especial: hubo una participación importante de gente que no vive en esa comuna, pero se inscribió ahí con el propósito de apoyar la elección de Josefa Errázuriz y desbancar al histórico edil Cristián Labbé. Hoy, la centroderecha pretende recuperar Providencia de la mano de Evelyn Matthei, ex ministra y ex candidata presidencial que en 2013 superó –en primera y en segunda vuelta- con holgura a Bachelet en esa comuna.

Recoleta representa una de las apuestas de Chile Vamos. Daniel Jadue (PC) terminó en 2012 con la dinastía gremialista representada por Gonzalo Cornejo y Sol Letelier, gracias a la dispersión de votos que significó la competencia de ambos hace cuatro años. Si bien Jadue perfiló su gestión gracias a las farmacias populares, la oposición ha puestos sus fichas en Marcelo Teuber.

En tanto, Ñuñoa es una de las comunas que la Nueva Mayoría intentará arrebatar a la oposición. Lo hará de la mano de la ex ministra Helia Molina, quien apoyada en terreno por Ricardo Lagos apunta a desbancar a Andrés Zarhi, ex concejal que asumió tras la renuncia por razones de salud de Pedro Sabat, caudillo de la comuna que no ha respaldado la opción del periodista.

Maipú, con su más de medio millón de habitantes, es una comuna más que apetecida. Christian Vittori renunció a la DC y se presenta a la reelección como independiente haciendo frente no solo a la carta falangista Freddy Campusano, sino a la ex figura televisiva y esposa del diputado UDI por la zona (Joaquín Lavín León), Kathy Barriga.

En Valparaíso, los ocho años de mandato de Jorge Castro (UDI) se ven amenazados por la irrupción de Leopoldo Méndez, más conocido como DJ Méndez. El músico –carta del senador PPD Ricardo Lagos Weber- se impuso en las primarias de la Nueva Mayoría y ha desplegado una intensa campaña. Sin embargo, sus respaldo se ve amagado por Jorge Sharp,  independiente respaldado por el diputado Gabriel Boric.

El peso del apellido Van Rysselberghe, a su vez, asoma como el factor de incertidumbre en la elección en Concepción. Cristián van Rysselberghe –miembro de un clan que tiene en la zona una senadora (Jacqueline) y un diputado (Enrique), busca amagar la reelección del DC Alvaro Ortiz.

Las cuentas de los presidenciales

En general, las municipales inciden en las elecciones presidenciales del año siguiente por distintos motivos. Un buen resultado es siempre una inyección de ánimo para la coalición triunfadora y el clima previo en el país (con la irrupción de Ricardo Lagos y de Alejandro Guillier) “presidencializó” estos comicios a niveles mayores.

Más allá del resultado de candidatos específicos –en la Nueva Mayoría las cartas emblemáticas han recibido el respaldo transversal de los presidenciables-, las cuentas se sacarán en función del resultado de los votos de concejales, que son los que determinan el peso específico de cada partido dentro de sus respectivas coaliciones.

Así, si bien el peso de Guillier se podrá ver reflejado con el resultado de la candidata a alcaldesa del Partido Radical en Calama, Angelique Araya, también incidirá la votación de los radicales a nivel nacional, toda vez que el senador por Antofagasta ha sido el rostro de ese partido para estos comicios. Lagos, en tanto, ha salido a terreno con varios candidatos del PPD, entre ellos Carolina Tohá, quien sin embargo ha sido respaldada por todos los presidenciables del oficialismo.

En esta línea, los resultados a nivel nacional del PS y de la DC, en tanto, podrían desencadenar reacciones internas tanto para el destino de Isabel Allende como de Carolina Goic, respectivamente, ya sea alentando sus opciones o bien decantando los apoyos de sus colectividades a las cartas mejor posicionadas, como son Guillier y Lagos.

En el caso de Sebastián Piñera, hay dos ex ministros de su gobierno que compiten en esta elección (Joaquín Lavín en Las Condes y Evelyn Matthei en Providencia), mientras que sus fichas están puestas en el destino de Felipe Alessandri en Santiago. Con todo, la principal apuesta de su sector –Chile Vamos- es disminuir la brecha con el oficialismo.

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