Corin Ward, una madre de 30 años fue arrestada hace algunos días por la Policía de Jacksonville en Florida, Estados Unidos, después de grabar y difundir un video de su hija de 10 años en el que aparece lamiendo un bajalenguas (también conocido como depresor lingual) y colocándolo en el frasco junto a los demás, en un centro médico.
Pese a que en la pared se podía leer un cartel en el que se pide "no tocar los utensilios médicos", la mujer desobedeció la advertencia y subió el video a su Snapchat con el mensaje: "No me digas cómo vivir mi vida".
En cosa de horas el clip se viralizó llegando a manos del personal de la clínica, quienes inmediatamente realizaron la denuncia ante las autoridades y comenzó una exhaustiva investigación.
La "inocente" broma, que por muchos fue catalogada como "asquerosa", podría costarle a Ward una pena de 30 años de cárcel y el pago de una multa por el valor de 10.000 dólares (cerca de 7 millones de pesos), consignó el Washington Post.
Corin fue acusada por el delito de manipulación de un producto de consumo sin tener en cuenta que con ello podría haber provocado "lesiones corporales" o, incluso, la "posibilidad de muerte" a otra persona.
Dicho medio conversó con la víctima, quien reconoció su culpabilidad explicando que estaba arrepentida: "Me ha arruinado la vida". Además, afirmó que no era consciente del reto viral de chupar helados y que su intención no era viralizar el clip y por eso sólo lo subió a su Snapchat.
