Los actos de violencia sexual en conflictos armados se "intensificaron" en 2023, según un informe de la ONU publicado el viernes, que describe en especial las "agresiones sexuales" cometidas por fuerzas israelíes en Cisjordania y las "informaciones convincentes" de violaciones de rehenes tomados en Gaza por Hamás.

"En 2023, de hecho, la aparición de nuevos conflictos y la escalada de conflictos existentes, expusieron a la población civil a mayores niveles de violencia sexual relacionada a los conflictos, que se ha intensificado por la proliferación de armas y una mayor militarización", estimó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en su informe anual del tema.

Se trata de hechos de violencia cometidos por grupos armados estatales o no estatales que en la mayoría de los casos actúan "en total impunidad".

Violación, esclavitud sexual, prostitución, embarazos y matrimonios forzados, son algunas de las formas de violencia sexual que continúan siendo "utilizadas como tácticas de guerra, de tortura y de terrorismo", afirmó Guterres.

El informe examina la situación en Afganistán, África central, República Democrática del Congo, Birmania, Sudán, Mali e incluso Haití.

ONU y el aumento de la violencia sexual

La "gran mayoría" de las víctimas son mujeres y niñas, pero "hombres, jóvenes y personas de identidades de género diversas" también han sido afectados, la mayoría de los casos denunciados en lugares de detención.

Por ejemplo, en Cisjordania, "informaciones verificadas por la ONU han confirmado reportes de arrestos y detención de mujeres y de hombres palestinos por parte de fuerzas de seguridad israelíes tras los ataques del 7 de octubre, que a menudo fueron acompañadas de palizas, malos tratos y humillaciones, incluidas agresiones sexuales, como patadas en los genitales y amenazas de violación", indica el informe.

TEl documento también señala actos de violencia "similares" cometidos en Gaza por las fuerzas israelíes tras el inicio de la ofensiva terrestre.

Sobre las acusaciones de violencias sexuales por parte de Hamás, retoma las conclusiones de su representante especial Pramila Patten publicadas a inicios de marzo.

"Existen motivos razonables para creer que durante los ataques del 7 de octubre se produjeron actos de violencia sexual", como violaciones individuales y grupales.

Sobre los rehenes tomados por Hamás y llevados a Gaza, existen "informaciones claras y convincentes" de que en especial violaciones y torturas sexuales "fueron infligidas a mujeres y a menores en su cautiverio". Y hay "motivos razonables para creer que esta violencia podrían continuar".

En ese contexto, Guterres pidió que "la cuestión de la violencia sexual relacionada con el conflicto sea tenida en cuenta en todos los acuerdos políticos y de cese el fuego".

También exigió al gobierno israelí tratar a los detenidos "con humanidad" y "autorizar sin más demora a los organismos competentes de Naciones Unidas a realizar una investigación a fondo sobre todas las presuntas violaciones".

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