El Juzgado de Garantía de Arica acogió a trámite la querella presentada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) para que se investigue el rol del Ejército en la muerte del conscripto Franco Vargas del Regimiento Huamachuco en Putre, y eventuales torturas y malos tratos al resto de los conscriptos. 

La querella ingresada por el INDH relata distintos episodios que vivieron algunos de los soldados conscriptos que decidieron abandonar el servicio militar luego de lo ocurrido con el conscripto Vargas, quien murió luego de un entrenamiento militar de aclimatación a la altura.

En la querella se acusan malos tratos, golpizas al menos a 45 soldados que habrían sido sometidos a golpes de pies y puños, y el no permitir utilizar la ropa adecuada para soportar temperaturas extremas durante el entrenamiento. 

Sin embargo, los conscriptos denuncian también maltrato verbal permanente por parte de sus instructores; ya sea dichos homofóbicos, frases de connotación sexual, o dichos crueles sobre el mismo fallecido soldado Franco Vargas.

“Todas estas situaciones ocurrieron dentro de un contexto de maltrato verbal permanente, con frases homofóbicas tales como: ‘eres niñita, maricón, amariconado, lesbiano’; otras frases de connotación sexual, como: ‘la maraca de tu polola está saltando encima de otro weón, pelao cornúo’, ‘te están cagando con otro, pelao cachúo’”, dice la querella.

“‘Hay que cruzar la frontera y violar a las peruanas, antes que vengan los peruanos a violar a tu mamá o a tu hermana’”, eran otras de las frases que decían los instructores según la querella. 

“En la ‘enfermería’ les trataban con desprecio con frases como ‘roto asqueroso’, y el trato permanente y habitual era ‘pelao culi...’ o ‘pelao conchetuma....’; así como repetían la frase ‘un pelao menos es mejor’ aún después del fallecimiento de uno de los jóvenes que se encontraba en campaña con ellos, Franco Vargas, situación que algunos de ellos presenciaron directamente”, añade la querella.

“En ocasiones los cabos, les decían cosas muy vulgares y denigrantes, y más que eso, cosas degeneradas y enfermizas. Les decían que, si estuviéramos en una guerra, los peruanos vendrían y violarían a sus familias; a sus mamás, hermanas, niñas y mujeres chilenas y que, antes que eso pasara, ellos tenían que pasar la frontera y violar a las mujeres peruanas”, relata en la querella otro de los conscriptos.

Comandante en jefe reconoce falta de “precisión” en información del Ejército

El comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, reconoció, este miércoles, que hubo falta de “precisión” en la información entregada por el Ejército en primera instancia sobre el caso de la muerte de Franco Vargas, y aseguró que él, estando en Arica ha tenido dudas “razonables respecto de la correcta ejecución de la instrucción”.

Es doloroso constatar que la información preliminar entregada, adoleció de precisión, y eso llevó a las diferentes contradicciones que han sido de público conocimiento, materia que seguimos investigando para establecer la verdad y precisar si existió ocultamiento de información o, derechamente, se mintió”, dijo el general Iturriaga desde Arica.

Recordemos que el pasado 27 de abril, el conscripto del Regimiento Huamachuco Franco Vargas murió luego de descompensarse en una instrucción militar, en la que no habría recibido un trato adecuado de sus superiores, según acusa su familia y otros soldados.

“El intenso trabajo que he llevado acá en estos días me ha dejado una duda razonable respecto de la correcta ejecución de la instrucción, del cumplimiento de los protocolos de régimen interno y protocolos sanitarios, y de comprobarse a través de las investigaciones, deberán asumirse las responsabilidades que determinen”, insistió el general Iturriaga.

“Al respecto, hubo falta de diligencia y omisiones para pesquisar adecuadamente y en un tiempo prudente falsedades y tergiversaciones que conducen a las responsabilidad de mando de las máximas autoridades de la zona”, agregó.

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