Los primeros días. Aunque no hay evidencia que lo sostenga, el mito de que los chilenos somos los ingleses de Sudamérica se repite por generaciones. Y para algunos probablemente algo de esa idea está en el Club de la Unión.

Sin embargo, el edificio de 1925 tiene un marcado estilo francés, obra del gran arquitecto porteño Alberto Cruz Montt, autor del edificio Ariztía, primer rascacielos de Santiago; del castilo Wulff en Viña; el castillo de las Majadas en Pirque y la Catedral de Valparaíso, entre otros.

El Club de la Unión ha sido un ícono urbano y social de la capital. Muchas historias de acuerdos políticos, entre gallos y medianoche, se han fraguados en sus dependencias, que incluyen la más larga barra del país, salones para comer y celebrar eventos, con una bodega de vinos que en su mejor momento tuvo 97 mil botellas de cosechas antiguas, piscina temperada, gimnasio y barbería.

Soledad. Pero un jueves al mediodía no se ve a nadie. Un trabajador que llegó al Club en 1980 dice: “En ese tiempo, venían 400 personas al día. Hacían fiestas que duraban hasta el amanecer. Y había unos 150 trabajadores. Hoy, en cambio, cierra a las 5, con suerte vienen 10 o 15 a almorzar y quedan como 20 empleados. La piscina está vacía y la cava de vinos desapareció”.

El Club de la Unión lleva hace mucho tiempo zozobrando, especialmente desde el estallido social, pero en los últimos meses la situación se ha vuelto crítica.

Incumplimientos de pagos. La Comisión para el Mercado Financiero inició una investigación en contra de Unión Inmobiliaria por una serie de supuestos incumplimientos en el reporte de la información financiera de la sociedad. El 8 de noviembre de 2023 remitió un Oficio Reservado recomendando sancionarla.

El 2 de enero de 2024, la Comisión, mediante Resolución Exenta N°83, determinó sancionar al Club de la Unión con el pago de 200 Unidades de Fomento. La Inmobiliaria recurrió de reposición contra la resolución sancionatoria, pero el 26 de enero de 2024, mediante Resolución Exenta N°1173, la Comisión resolvió rechazar el recurso.

La defensa. El abogado Ignacio Riveaux, quien representa a la sociedad Unión Inmobiliaria, señala: “Esta parte dio cuenta en todo momento de las circunstancias por las que se generaron los incumplimientos respectivos, los que no fueron considerados como elementos de la decisión asumida por la autoridad regulatoria”.

“La sociedad que represento constituye la sociedad inmobiliaria que es propietaria del inmueble y muebles que componen al conocido Club de la Unión, la cual no tiene movimientos como se da cuenta en los balances y estados financieros que fueron debidamente acompañados en el procedimiento y la cual tiene su composición societaria abierta en bolsa”

Agrega: “Bajo dicho contexto, la crisis en que se ha visto envuelto el Club, desde un punto de vista financiero y social, todo además seriamente agravado por los hechos ocurridos en los últimos años en el centro de Santiago, el “Estallido Social” y los meses de pandemia, que causaron el deterioro del centro de  Santiago y consecuentemente al referido Club, el que se vio en la incapacidad de sostener obligaciones legales de esta sociedad”.

En la causa se establece un patrimonio de 200 millones de pesos. El abogado sostiene: “La sanción de 200 UF resulta  absolutamente desproporcionada, la cual puede afectar incluso la viabilidad de la sociedad inmobiliaria sancionada, afectando así a los accionistas de esta sociedad, fin último que busca proteger este organismo regulador”.

Otras multas. Aunque parece un monto menor, $ 7.400.000, este litigio se une al de dos ex trabajadores que denunciaron que el Club les debía más $ 180 millones en prestaciones laborales. Dijeron que en 2023 el club fue condenado por el Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago a pagar $97 millones y $83 millones a cada uno. Según su versión, descubrieron que la corporación enfrentaba una serie de juicios por cobranza que superaban los $419 millones.

Ex-Ante intentó hablar con representantes del club, pero hasta el cierre de esta nota no obtuvo respuesta.

El Club. Quizá la mejor evidencia del momento que vive el Club -que ha ido evolucionando y permitió que mujeres puedan ser socias en 2006- es recorrerlo por afuera (no dejan entrar a la prensa) y constatar que se ve solitario y sin movimiento.

¿El hermoso edificio vive sus días finales? Ha tenido duras crisis y ha sobrevivido, pero la sombra del cierre se yergue sobre sus majestuosas escaleras y ventanales.

El vecino bohemio. Al lado, en la calle Nueva York, se encuentra el mítico Bar Unión Chica. Nació en los años 40 y desde entonces se convirtió en el punto de reunión de poetas como Pablo Neruda, Pablo De Rokha y sobre todo de Jorge Teilier que lo convirtió en su refugio en los años 80.

El nombre del bar era una ironía, aludiendo a su gigante vecino. Pero La Unión Chica, que sirve comida chilena y vinos baratos, sigue siendo un lugar muy visitado. El jueves en la tarde está copado, mientras al lado penan las ánimas.

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