Este 29 de marzo es Viernes Santo, día en que muchas personas de la comunidad cristiana y católica optan por no comer carne. Pero, ¿de dónde viene esta tradición de Semana Santa y por qué hoy se debería reconsiderar?

Ni la Biblia ni las autoridades del catolicismo plantean una prohibición sobre el consumo de carne en Semana Santa, ni tampoco el Viernes Santo en particular. La tradición obedece más bien a una muestra de abstinencia y sacrificio.

En ninguna parte de la Biblia se menciona que no se debe comer carne en la Semana Santa. Vale la pena agregar que esta tradición tendría sus orígenes en el siglo II, cuando los primeros cristianos empezaron a tratar de purificarse, tomando como referencia a Jesús, que ayunó durante 40 días”, explicó a T13.cl el teólogo Marcial Sánchez.

Por su parte, Luis Lira, profesor de historia internacional de la Universidad Finis Terrae, complementó que “este periodo de 40 días comienza con el Miércoles de Ceniza, una vez que se terminan los carnavales, y es un tiempo de preparación para finalizar con el Domingo de Pascua, el hito que señala la resurrección de Cristo”.

“Sin duda el hito más importante es la Semana Santa, en donde se vive todo el proceso de pasión y muerte de Jesús, destacando el Viernes Santo, sobre todo el día de mayor austeridad de esa semana”, agregó.

Semana Santa: ¿Por qué se tiene la tradición de no comer carne?

“Se instauró una tradición que simula la honra a la penitencia del hijo de Dios. Por tanto, una jornada de penitencia también es una vía de purificación, ritual, y el consejo de la iglesia es la abstinencia. Entonces ya desde el siglo II se plantea que una buena forma de abstenerse es no comer carne, que era el producto más caro de la época”, señaló Marcial Sánchez.

Es por esto que el Viernes Santo muchas personas eligen comer pescado, pero ¿por qué hoy se debería reconsiderar esta tradición?.

“Generalmente, el precio de pescados y mariscos sube mucho más en Semana Santa, y al final uno termina comiendo un plato más caro y ostentoso frente al sacrificio y austeridad que quiere darle uno a esos días”, indicó el profesor Luis Lira.

“Y también, en tiempos pasados, al no existir refrigeración, comer carne fresca era un lujo. Eso hacía que esto fuera un plato bien preciado y que hoy día en nuestros tiempos a lo mejor, pensando en algo así, podríamos reemplazarlo por no comer chocolate, no comer dulces. Algo que sea de buen sabor y que permita hacer un ayuno o sacrificio en esos días”, planteó.

Para algunos puede o no tener sentido la Semana Santa. Lo inevitable es que, con el paso del tiempo, las tradiciones cambian.

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